Los límites de la realidad

Muchos de vosotros habréis visto un vídeo similar al que enlazo aquí arriba. En él nos muestra a escala desde lo más pequeño conocido hasta lo más grande observable.

Sin embargo, normalmente después de ver este u otro vídeo similar, siempre me surgen las mismas dudas.

Empezando por lo más pequeño, la pregunta suele ser: pero ¿de qué está hecho lo más pequeño? Es como si mi cerebro no aceptara que algo no estuviera hecho de componentes más pequeños. En parte es algo lógico. Desde muy pequeños aprendemos que todo lo que parecía indivisible acaba por serlo.

La primera gran revelación sucede cuando nos cuentan que todos los seres vivos que vemos a simple vista a nuestro alrededor están formados a su vez por seres vivos más pequeños que llevan a cabo todas sus funciones de forma (más o menos) independiente y que, incluso, pueden sobrevivirnos. Tal vez no recordéis lo que supuso para vosotros ese descubrimiento (o tal vez sí y simplemente lo tomasteis como algo normal y ya), pero a mí me explotó literalmente la cabeza. Luego más adelante descubres que esas células tienen órganos (orgánulos), ADN, ARN y miles de proteínas en su interior, que no son más que moléculas muy grandes. Moléculas que a su vez están formadas por átomos y estos por neutrones, protones y electrones. A su vez, los protones y neutrones están formados por quarks y... ¿nos acercamos al límite? Depende, ya que la teoría de cuerdas habla de un elemento más pequeño todavía. Exacto, las cuerdas. Pero ¿y de qué están hechas estas?

Seguramente no tenga sentido ni siquiera plantearse esta pregunta, ya que carezco de los conocimientos más básicos de física para realizarla de forma correcta. Tal vez estas partículas sean ondulaciones en un campo, energía o ambas cosas, no lo sé. Pero la base de mi pregunta es firme: ¿existe un límite a partir del cual ya no tiene sentido plantearse si hay algo más pequeño todavía?

En el otro extremo pasa más o menos lo mismo. Más visible, porque solo había que levantar la mirada en una noche despejada en el campo para observar la inmensidad del espacio. Pero hasta que esa visión obtiene sentido, pasamos por una serie de etapas similares a la de los elementos cada vez más pequeños.

Empezamos conociendo nuestro sistema solar, la vía láctea, otras galaxias, cúmulos, súper cúmulos y por fin, el universo observable. Y aquí empiezan otra vez las preguntas: ¿tiene el universo un tamaño o es, por el contrario, infinito? Porque si no es finito, ¿qué demonios nos encontramos al llegar al borde? ¿Una pared? Y al otro lado de la pared, ¿no hay nada? ¿tiene sentido siquiera preguntárselo?

Por otro lado si es infinito, ¿significa que si avanzamos lo suficiente encontraremos una copia de la Tierra? ¿Versiones paralelas? ¿Tiene algo de esto alguna lógica?

No lo sé, sólo sé que ojalá ser más listo para haber podido estar en la primera línea de científicos que buscan (o ya han encontrado, pero yo no entiendo) respuesta a estas preguntas.