A través de voluntarios en un centro comercial, en plena calle, en programas de radio y televisión, por redes sociales... Cada año, cuando se acerca la Navidad, se intensifican las acciones solidarias: recogidas de alimentos, de juguetes, fondos para esta o aquella causa... Me parece loable la labor de las personas que trabajan en torno a esto, pero no perdamos el foco: ¿Es lo mejor que podemos hacer para aliviar los problemas?
La palabra solidaridad significa "adhesión circunstancial a la causa o empresa de otros". Y es verdad, todas estas campañas navideñas suelen suponer una colaboración puntual, circunstanciales, corremos el riesgo de ofrecer nuestras migajas en un momento concreto del año y después olvidarlas. Aportar en Navidad no supone redimirnos de la pasividad durante todo un año. En la mayoría de los casos, estaremos poniendo parches, aquello del manido dicho del "pan para hoy, pero hambre para mañana".
Quizá no esté de más, de vez en cuando, mirar lo que hay detrás de todas estas campañas solidarias. ¿Para quién se recauda? Familias pobres, niños pobres, afectados por la enfermedad, problemas en otros países... ¿Y qué se hace en la raíz para que esas familias no lleguen a la pobreza?, ¿para que se vean sin cena una noche cualquiera?, ¿para que esos niños no tengan juguetes?, ¿para que los pacientes de una enfermedad no estén cubiertos?, ¿para que en un determinado país la gente muera de hambre o tenga que jugarse la vida cruzando el mundo?, ¿qué medidas de prevención y formación se han tomado antes?
Posiblemente, la prevención a todos estos problemas no esté en la mano de los particulares, al menos no individualmente, pero tampoco se trata de mirar para otro lado y, de vez en cuando, hay que recordar que es mejor prevenir que curar, es mejor trabajar en el inicio de la cadena que en su final. Quizá es que todo esto muchas veces se aleja de las agendas de actualidad entre tanto ruido, quizá también se aleje de nuestra propia agenda si a nosotros hoy las cosas nos marchan bien.
Cuenten conmigo si hay una causa solidaria en la que pueda ayudar, pero aquí también habrá una persona que prefiera la acción social con antelación y que recordará que cuando se recurre a la solidaridad es ya tarde pues existe una situación, una persona o grupo de personas a las que el sistema ha dado la espalda en su derecho de garantizar las mismas oportunidades para todos.