Hay una historia que escuché en forma de chiste que habla de un pueblo pequeño en el que hubo una inundación. El nivel del agua no paraba de subir y los vecinos escapaban como podían excepto un hombre que se quedó solo en el techo de su casa rezando incansable para que Dios le salvara. Mientras rezaba se acercó una balsa que escapaba y le invitaron a subir, pero el hombre se quedó en el tejado y solo dijo: "Dios me salvará". Así ocurrió también con un bote y un helicóptero. Al final el hombre se ahogó y al subir al cielo le preguntó de forma airada a Dios: ¿Por qué no me salvaste si yo confiaba en ti? Dios le contestó preguntándole por la balsa, el bote y el helicóptero que había mandado a buscarle.
Luego entra Martin Niemöller con el famoso "poema" que se le atribuye:
«Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a por los judíos, no pronuncié palabra, porque yo no era judío.
Cuando finalmente vinieron a por mí, no había nadie más que pudiera protestar.»
Y ahora viene cuando esta tarde entro aquí y me encuentro con insultos e improperios porque solo buscan dividirnos y no nos damos cuenta. Hace solo una semana hubo manifestaciones por todo el país a cuento de las pensiones, pero algunos no se sumaron porque ellos no eran pensionistas. Hace dos días ha habido multitudinarias manifestaciones en todas las ciudades con motivo del día de la mujer, pero algunos no se sumaron porque no eran mujeres.
Y esos mismos que nos gritan insultos desde el techo de sus casas mientras crece la inundación se atreven a decirnos que no nos damos cuenta de que solo quieren dividirnos. Pues voy a responder a la pregunta que hacías: ¿Estamos gilipollas o qué?
Cuando finalmente vengan a por ti ya no habrá nadie para ayudarte. Y entonces si, te sentirás como un gilipollas.
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