Al hilo de Ryle y su "error lógico categorial": el extraterrestre cientificista

Al hilo del artículo publicado aquí mismo en Menéame no hace apenas tres días, “Los peligros de la palabra “ser” (III): Ryle y el error lógico categorial. El mito de Descartes.” (si tienen un ratillo debo recomendar leerlo antes de este, aunque no sea muy elegante esto de autocitarse y autorecomendarse) quisiera dejar un pequeño ejemplo de error categorial, acaso intentando resolver alguna duda que otros usuarios de Menéame han planteado en alguna ocasión relacionado con el asunto. Además, este mismo ejemplo pudiera dar buena cuenta de las implicaciones que este tipo de error tendría en otras áreas diferentes al problema “mente/cuerpo” del que propiamente trata el artículo citado anteriormente. Vamos allá:

Imaginemos que un extraterrestre estuviera investigando a los humanos. Registra, en dos observaciones diferentes un evento parecido: un futbolista que lanza un penalti y hace gol. En la primera observación, al gol le sigue una muy comedida celebración, la propia cuando el equipo ya se encuentra eliminado virtualmente de un mundial, mientras en la segunda la celebración es muy vigorosa, incluso extendiéndose por toda la ciudad y país. La correspondiente a ganar un mundial.

Nuestro extraterrestre quiere saber cuál es la diferencia que justifica esas distintas reacciones, y analiza físicamente (lo mismo sería si lo hiciera químicamente, o biológicamente, etc.) ambos procesos. Comprueba que el pie, los músculos, tendones, nervios e incluso conexiones neuronales implicados en el lanzamiento de ambos penaltis son los mismos: lo mismo para el impacto y la fuerza ejercida sobre el balón, la trayectoria que este siguió, el patrón parabólico, las porterías, los materiales, etc.

Nosotros conocemos que la diferencia entre la reacción al primer gol y al segundo corresponde a que con uno no se consigue nada que socialmente se entienda como relevante, pero con el otro se pudiera ganar un mundial de fútbol. El alienígena, sin embargo, no conoce esto: por mucho que busque en las propiedades y relaciones físicas del cuerpo de los futbolistas, del balón, del campo de fútbol, del césped, de la grada, de los materiales, de la climatología, etc., no podrá encontrar la diferencia que justifica la distinta reacción ante el gol. Está buscando, dicho de forma coloquial, en sitio erróneo. Lo que hace a un gol ser la diferencia entre ganar o no un mundial, causa de las distintas reacciones, no es una propiedad física del gol o una relación física de este con otros agentes. Y aquí enganchamos con el artículo sobre el “error lógico categorial” de Ryle más arriba enlazado, en tanto que el extraterrestre estaría cometiendo un tipo de error categorial, este es, buscar una explicación de una ocurrencia social y normativa en un proceso físico. A pesar de que todo en los dos campos de fútbol era físico, el porqué de la diferente reacción no pertenece a este nivel de explicación.

Pues lo mismo sucede, según Ryle, cuando tratamos el famoso problema “mente/cuerpo”: el error al intentar explicar como una decisión desde un supuesto proceso mental es capaz de crear una activación neuronal (que a la postre creará una acción corporal, por ejemplo) no es diferente al error que comete nuestro extraterrestre al intentar explicar desde la física las diferentes reacciones a los goles. El nivel lógico al referirnos a lo psicológico, a lo mental, a la conciencia, etc. (ponga aquí el vocabulario que quiera respecto al asunto) es diferente al físico, y proponer una descripción psicológica como causa de un suceso físico es un error a la hora de seleccionar la correcta categoría y atributos lógicos que responden a la cuestión. Y de la misma manera en que el extraterrestre se equivocaría si, al no poder explicar las diferentes reacciones al gol desde la física, afirmara la existencia de una nueva substancia o entidad que sea causa de tal diferencia (cayendo en el dualismo), el error categorial invade de igual modo el problema mente/cuerpo, en tanto este problema trata de resolver lo que es, ya de base, una cuestión corrupta, al dar por supuesta a priori la existencia de una substancia o entidad, la mente, a la que se le atribuye una interacción causal con las acciones, las conductas, etc. Nótese que Ryle no entra a negar la existencia de la mente, sino que lo que pone en duda con su idea de "error lógico categorial" es que procesos físicos se puedan justificar como efectos de procesos mentales, al hallarse mente y cuerpo en niveles lógicos diferentes (para mejor explicación de esto último ver más el artículo original).

Tal vez cada ciencia “dura” consiga en un futuro la explicación completa desde su propio cierre categorial [1], pero aun así será un error mezclar las explicaciones. O en palabras del propio Ryle:

"Los físicos podrán haber encontrado algún día la respuesta a todas las preguntas físicas, pero no todas las preguntas son preguntas físicas. Las leyes que han encontrado y encontrarán pueden, en un sentido metafórico del verbo, regir todo lo que ocurre, pero no ordenan todo lo que ocurre. (...) Palabras como explicación, ley, regla, principio, por qué, porque, causa, razón, gobernar, necesario, etc., tienen un rango de sentidos típicamente diferente. (...) De hecho, tal vez todas las preguntas de forma "¿por qué?" de un cierto tipo sean solucionables en esos términos, y ninguna pregunta de la forma "¿por qué"? de otro tipo lo sea únicamente en ellos."

Por cierto: alguien tendría que decirle esto mismo a algunos de nuestros “duros” cientificistas extraterrestes...   

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[1] Una objeción muy escuchada ante todo esto sería aquella que refiere a la transversalidad científica: si bien solo la física no podría dar una explicación completa a la diferencia en esas dos diferentes reacciones al gol, sería la combinación de diferentes conocimientos “duros” (en contraposición a las llamadas ciencias “blandas”), conocimientos físicos, químicos, biológicos, etc., los que podrían explicar la diferencia en el fenómeno. De esta manera, la combinación de conocimientos biológicos (como pudiera ser el nivel de adrenalina o sudoración de los espectadores), químicos (la misma adrenalina estudiada desde el nivel químico) o físicos, etc. podrían dar explicación completa a la diferencia en las reacciones ante el gol. Es importante a este aspecto destacar dos puntos: en primer lugar esta posición estaría aceptando el cierre categorial; cada ciencia estaría limitada en su conocimiento posible por los axiomas que esta misma ciencia presenta, no llegando ninguna ciencia por si sola a explicar a todo nivel lógico las cuestiones. Y por otro lado parece complicado que incluso la combinación de conocimientos científicos “duros” pudiera dar respuesta más allá de ciertas relaciones ocurridas durante los fenómenos en cuestión: podrá describirnos los fenómenos, pero no el porqué de la diferencia de ambos.   

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Este artículo se publica como anexo o complemento a la tercera entrega de la serie "Los peligros de la palabra ser":

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