El Gobierno de Andorra niega que la ‘policía patriótica’ forzara la caída de la BPA pese a lo que acreditan los audios de Villarejo

La representación letrada del Gobierno de Andorra constituida como acusación particular en la causa general del ‘caso BPA’ (Banca Privada de Andorra), según ha publicado el diario del Principado Altaveu, considera poco menos que un «rumor» y un «lavadero» vincular la ‘Operación Cataluña’ al caso que está juzgando el Tribunal de Corts andorrano. La sala que tramita esta causa mantiene que por mucho que todo aquello que ha ido explicado el comisario José Manuel Villarejo fuera cierto, esto no tendría nada que ver con lo que condujo a intervenir Banca Privada de Andorra (BPA).

Las diligencias judiciales abiertas en España (luego cerradas sin hallar irregularidades en la entidad) desmienten a la representación letrada, en cuyo informe subyace evitar que el Gobierno de Andorra, para el que trabajan estos funcionarios, se escabulla de la responsabilidad penal y civil, unos 500 millones de euros, que le exigen los accionistas de la BPA por la arbitraria intervención de esta entidad. Y todo ello sin contar los otros 500 millones que ya le ha costado a los andorranos la gestión pública de la BPA desde entonces. La representación letrada tacha de «rumor y lavadero» vincular esta actuación del Gobierno andorrano con la Operación Cataluña que emprendió la policía patriótica española para frenar el independentismo catalán. En la parte superior de esta información se reproducen tres audios que desmienten al letrado del Gobierno del Principado. Solo hay que escucharlos.

En mayo de este año FUENTES INFORMADAS publicó tres audios que hoy vuelve a reproducir y que hacen referencia al complot urdido por la brigada patriótica con el objetivo de hacer caer a la BPA. El excomisario de Asuntos Internos y presunto ideólogo de esta trama catalana y también uno de los artífices de la consiguiente caída de la BPA, Marcelino Martín Blas, reconoce en esos audios las acciones de acoso y derribo contra el banco, que de ser entonces uno de los más solvente de Europa se halla en quiebra desde que los intervino Andorra.