Buenas tardes.
Tengo 26 años y desde hace 5 años padezco un problema de dolor crónico en varias partes del cuerpo. No es un dolor neuronal, sino tensiones y dolores que derivan de una mala disposición del cuerpo, que nace en la cadera, hasta la cabeza.
Durante estos años he podido visitar como...20 médicos para abordar este tema en concreto, entre pertenecientes al servicio público como al privado.
Mi pretensión con este artículo es por una parte desahogarme y por otra, desmitificar -si es que hay alguien que no se haya dado cuenta de esto todavía por su propia experiencia- la labor de un médico: bajarla del pedestal y situarla a la altura de lo que es, un trabajo más.
No son de los que quiero hablar, pero no puede ser más indicativo de esto, esos que he podido visitar, que directamente, no están habilitados ya no para médico, sino para cualquier puesto de trabajo que implique un trato directo con el cliente.
De esos no merece la pena hablar, aunque indirectamente ya lo he hecho. Hablo de esos traumatólogos especializados en X o Y, reumatólogos, o fisioterapéutas que, sin ser saborios, mi problema se les escapa de las manos.
Que no parece para tanto, que mi única herramienta es el deporte o derivarme a otro médico especialista que recurre a lo mismas explicaciones. No hay ningun médico aún que me haya dado un diagnóstico preciso.
Para que os sea más cercano, a ver si habéis vivido esto: que un especialista afirme que no hay ningún tratamiento para X y acto seguido, le preguntas si ese tratamiento que llegó a tus oídos -gracias a otro médico,por ejemplo- pudiera funcionar y responde que sí.
¿ Qué ha pasado ahí?
O mencionar como, directamente, tras escuchar varias opiniones, acabas con diagnósticos o tratamientos de varios médicos de la misma especialidad que son contradictorias. ¿Ahora qué pasa? ¿ A quién echas cuenta?
Sin contar el presupuesto destinado a sanidad pública o la dudosa paga que ofrece una póliza a un médico por trabajar con esa empresa, quiero señalar y desmitificar la labor de médico en sí.
Tratar con distinto grado de agrado a una señora mayor que a un joven guaperas (lo he conocido) y sí, mejor pensado habría que tener en cuenta lo del presupuesto, pues estemos de acuerdo que no será el mismo trato si se trata de un servicio prestado por la seguridad social, a si llegas y sueltas 50€ a la secretaria del médico privado.
No quiero demonizar a los médicos, no todos son así. Quiero decir que ES UN TRABAJO MÁS. Al igual que hay fontaneros chapuceros o dependientes de tiendas de ropa, cuyo salario no merece implicarse tanto como para ir al almacén y buscar la talla de esa prenda a la señora: "lo que está ahí es lo que nos queda".