Fin del teletrabajo, un futuro cercano muy gris

La humanidad se ha acostumbrado a ver en binario la consecuencia de los desastres: muertos (llorarlos y luego enterrarlos) y los sobrevivientes (vivos y listos para trabajar como siempre). Los heridos, sin importar su gravedad, son invisibles para la sociedad. El fin de la pandemia no será cuando la OMS lo diga o idealmente cuando el virus se haya erradicado totalmente. Nada de eso, la pandemia terminará cuando el número de muertos diarios baje a un nivel socialmente aceptable. La pandemia desaparecerá de los medios de comunicación. Hasta apostaría que en este foro, las futuras noticias del COVID-19 serán castigadas con el voto de noticia cansina y mandadas al olvido. Pero el virus seguirá a sus anchas, infectando pero no matando. Lo importante para la sociedad es que el número de muertes diarias sea al nivel del cáncer, la gripe o los accidentes de tránsito.

Adiós a las mascarillas, a la distancia social y sobre todo al teletrabajo. Muchos querrán volver a la presencialidad, al trabajo codo a codo, a aguantar el fétido olor del aliento del jefazo inútil de turno. Y los que no quieran, serán obligados o sino a la fila del paro. El virus será subestimado porque ya no causará tanta muerte. Pero mi preocupación es ¿estamos a salvo inclusive de los efectos no mortales pero crónicos que causa el virus? ¿Las diferentes vacunas nos blindarán contra cualquier daño que pueda provocar el Sars-CoV-2? No lo he leído en ninguna parte. Hay un conformismo a reducir el número de muertes y que las UCI no colapsen.

En próximos meses estaré vacunado, y la empresa me llamará a volver de nuevo a la oficina, lo más seguro es que hasta me obliguen a trabajar sin mascarilla, a estar en reuniones de varias horas en salones de reuniones minúsculos, mal ventilados y jefes hablando a viva voz. Muchos dirán que el peligro ya pasó, que no sea paranoico, que se volvió a la normalidad, no hay nada que temer. ¿Es verdad? ¿O estoy arriesgándome minuto tras minuto a adquirir una enfermedad crónica muy dañina? ¿habrá que tomar la decisión dura de renunciar al trabajo si te obligan a trabajar presencialmente en condiciones de pre-pandemia y así minimizar el riesgo de un daño severo pero no mortal?

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