Esta frase de Estanislao Figueras, presidente de la república, creo que es como mejor se puede resumir la actualidad política de este país, un país polarizado a más no poder donde uno no puede ni dialogar con otro sin que le insulten, defendiendo a sus “líderes” a capa y espada, que se han convertido en entes superiores y pobre de aquel que ose a pensar diferente.
Cuando entre en Menéame allá por 2008 era una web donde más o menos cabían diferentes ideologías, llegó 2011 y esto se convirtió en “con nosotros o contra nosotros” y luego ha venido lo peor, los partidos políticos han utilizado menéame como campo de batalla, usuarios a “sueldo” tanto de un lado como de otro, se nota a la legua quiénes son, alzados por sus semejantes y cancelados por los contrarios.
La política ha pasado de discursos donde se metían puyas entre ellos, al insulto. Y claro en el país donde dos personas se pueden llegar a pegar por una mierda de partido de fútbol, donde un programa como sálvame o el chiringuito (versión deportiva de sálvame) son un éxito de audiencia, ¿qué íbamos a esperar? Los políticos han visto lo que quiere el pueblo, y lo han imitado.
Políticos con mano de hierro y piel de papel, donde pueden decir una cosa e indignarse por lo mismo cuando usan sus armas contra ellos.
Creo que se han cruzado varías líneas que nunca deberían cruzarse en un país libre y democrático. Vulnerando nuestros derechos señalando a los “enemigos” justificando la violencia (siempre que no vaya contra ellos claro).
Deberíamos reflexionar sobre que clase de país queremos, yo pensaba que romper el bipartidismo iba a ser bueno, iba a ser regenerador, iba a calmar las aguas, pero nos hemos encontrado con las dos caras más extremas de una misma moneda, con una sociedad dividida ante la mayor pandemia que ha habido en mucho tiempo, una sociedad resentida con el contrario.
Solo os pido eso, reflexión, calma, educación, dialoguemos de manera amable, sin caer en el insulto, sin ser los perros de presa de partidos políticos que dicen mirar por la gente y solo miran por ellos mismos. Porque si nosotros no somos capaces de hacerlo ¿cómo vamos a esperar que los políticos no hagan lo mismo?