Citas textuales del Corán, así como jadices, sin comentarios adicionales. Las negritas son mías. Lea y juzgue por sí mismo.
El Corán
Corán (2:178) «¡Creyentes! Se os prescribe aplicar el talión en caso de asesinato: libre por libre, esclavo por esclavo y hembra por hembra. Pero si a uno su hermano le perdona algo, que éste proceda según lo reconocido y que él lo entregue buenamente. Esto es un alivio que Alá os da y una misericordia. Quien vaya más allá de estos límites tendrá un castigo doloroso».
Corán (2:191-193) «(2:191) Matadlos donde quiera que los encontréis y expulsadlos de donde os hayan expulsado. La oposición (a vuestra creencia) es más grave que matar. No luchéis con ellos junto a la Mezquita Inviolable si ellos no lo hacen, pero si os atacan, matadlos; esta es la recompensa de los incrédulos. (2:192) Y si cesan… Alá es Perdonador y Compasivo. (2:193) Luchad contra ellos hasta que no haya más oposición y la Adoración debida sea sólo para Alá. Pero si cesan, que no haya entonces hostilidad excepto contra los injustos».
Corán (2:216) «Se os ha prescrito combatir, aunque os sea odioso, pero puede que os disguste algo que sea un bien para vosotros y que améis algo que es un mal. Alá sabe y vosotros no sabéis».
Corán (2:223) «Vuestras mujeres son para vosotros un campo de siembra; id a vuestro sembrado según queráis. Y adelantad (buenas acciones) que os sirvan. Temed a Alá y sabed que con toda certeza os encontraréis con Él. Y anuncia buenas noticias a los creyentes».
Corán (2:228) «Las divorciadas deberán esperar tres menstruaciones para estar en disposición de volverse a casar y no es lícito que oculten lo que Alá haya creado en sus vientres si creen en Alá y en el Último Día. Sus esposos tienen más derecho a volver con ellas dentro de este plazo, si quieren rectificar. Los derechos de ellas sobre sus esposos son iguales a los derechos de éstos sobre ellas, según lo reconocido; pero los hombres tienen un grado sobre ellas. Alá es Poderoso y Sabio».
Corán (2:282) «¡Vosotros que creéis! Cuando tratéis entre vosotros un préstamo con plazo de devolución, ponedlo por escrito; y que esto lo haga, con equidad, uno de vosotros que sepa escribir. Que nadie que sepa, se niegue a hacerlo, escribiendo como Alá le enseñó. Y que le dicte el que contrae la deuda y lo haga con temor de Alá, su Señor, sin omitir nada de ello. Y si el que contrae la deuda fuera deficiente o débil, o no pudiera dictar, que dicte entonces su tutor con equidad. Y buscad como testigos a dos hombres, pero si no los hubiera, entonces un hombre y dos mujeres cuyo testimonio os satisfaga, de manera que si una de ellas olvida, la otra se lo haga recordar. Que los testigos que sean solicitados no se nieguen a serlo y no os disguste escribirlo, sea poco o mucho, hasta el final. Esto es más justo ante Alá, más seguro como testimonio y más conveniente para que no tengáis duda. Queda fuera de esto cualquier transacción que hagáis en el acto, pues en ese caso, no hay objeción si no lo ponéis por escrito. Procuraos testigos en vuestras transacciones y que no se presione a ningún escribano ni a ningún testigo, pues si lo hicierais, sería una desviación por vuestra parte. Y temed a Alá, y Alá os enseñará. Alá es Conocedor de cada cosa».
Corán (3:28) «Que los creyentes no tomen por amigos a los incrédulos en vez de a los que creen. Quien lo haga... no tendrá nada que ver con Alá. A menos que sea para guardaros de ellos. Alá os advierte que tengáis cuidado con Él. Y a Alá habéis de volver».
Corán (3:38) «¿Acaso desearéis algo distinto a la Práctica de Adoración aceptada por Alá, cuando todos los que están en los cielos y en la tierra están sometidos a Él, de grado o por fuerza, y a Él tenéis que volver?»
Corán (3:56) «Y a los que no creen, los castigaré con un severo castigo en esta vida y en la Última. No tendrán quien les auxilie».
Corán (3:85) «Y quien desee otra práctica de Adoración que no sea el islam, no le será aceptada y en la Última Vida será de los perdedores».
Corán (3:131-132) «(3:131) Guardaos del Fuego que ha sido preparado para los incrédulos. (3:132) Y obedeced a Alá y al Mensajero para que se os dé misericordia».
Corán (3:151) «Arrojaremos el terror en los corazones de los que no creen por haber equiparado a Alá con aquello sobre lo que no se ha hecho descender ningún poder. Y su refugio será el Fuego. ¡Qué mala morada la de los injustos!»
Corán (4:11) «Alá os prescribe acerca de (la herencia de) vuestros hijos: al varón le corresponde la misma parte que a dos hembras. Si estas son dos o más mujeres, les corresponde dos tercios de lo que se deje, y si es una sola le corresponde la mitad. Y a los padres les corresponde, a cada uno de ellos, un sexto de lo que deje si tiene algún hijo; pero si no tiene ninguno y son sus padres los herederos, entonces a su madre le corresponderá un tercio. Y si tiene hermanos, a su madre le corresponde un sexto, una vez se hayan descontado los legados que deje o las deudas. Vuestros padres y vuestros hijos, no sabéis cual de ellos os beneficia más de cerca. Es un precepto de Alá, es cierto que Alá es Conocedor y Sabio».
Corán (4:15-16) «(4:15) Aquéllas de vuestras mujeres que se presenten con una indecencia, buscad cuatro testigos de entre vosotros, y si dan testimonio contra ellas, retenedlas en las casas hasta que la muerte se las lleve o Alá les dé una salida. (4:16) Y a aquellos dos de vosotros [hombres] que la cometan [la indecencia], maltratadlos, pero si se arrepienten y se corrigen, dejadlos; es cierto que Alá acepta el arrepentimiento y es compasivo».
Corán (4:34) «Los hombres están al cargo de las mujeres en virtud de la preferencia que Alá ha dado a unos sobre otros y en virtud de lo que (en ellas) gastan de sus riquezas. Las habrá que sean rectas, obedientes y que guarden, cuando no las vean, aquello que Alá manda guardar. Pero aquellas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, no os acostéis con ellas, pegadles; pero si os obedecen, no busquéis ningún medio contra ellas. Alá es siempre Excelso, Grande».
Corán (4:74) «Que combatan en el camino de Alá aquéllos que dan la vida de este mundo a cambio de la otra. Y a quien combata en el camino de Alá, ya muera o resulte victorioso, le daremos una enorme recompensa».
Corán (4:76) «Los que creen, combaten en el camino de Alá, y los que se niegan a creer, combaten en el camino del Rebelde. ¡Combatid a los aliados del Shaytán [Satanás]! Ciertamente la trampa del Shaytán [Satanás] es débil».
Corán (4:89) «Quisieran que renegaseis como ellos han renegado y que fueseis iguales. No los toméis como amigos aliados hasta que no hayan emigrado en el camino de Alá. Y si se desentienden, atrapadlos y matadlos dondequiera que los encontréis y no toméis aliado ni auxiliar de entre ellos».
Corán (4:95) «No son iguales los creyentes, que sin estar impedidos, permanecen pasivos y los que luchan en el camino de Alá con sus bienes y personas. Alá ha dado un grado de preferencia a los que luchan con sus bienes y personas sobre los pasivos. A ambos les ha prometido lo más hermoso, pero ha favorecido a los que luchan sobre los que se quedan pasivos con una enorme recompensa».
Corán (4:101) «Y cuando salgáis de expedición por la tierra no hay inconveniente en que acortéis el salat [rezo obligatorio], así como cuando temáis que os ataquen los que se niegan a creer. Es cierto que los incrédulos son para vosotros enemigos declarados».
Corán (4:129) «No podréis ser equitativos con las mujeres aunque lo intentéis, pero no os inclinéis del todo dejando a la otra como si estuviera suspensa en el aire. Si rectificáis y sois temerosos... Es verdad que Alá es Perdonador y Compasivo».
Corán (4:176) «Te piden que dictamines. Di: Alá os da un juicio sobre el caso en que no se tengan ni padres ni hijos. Si alguien muere sin dejar hijos, pero tiene una hermana, a ella le corresponderá la mitad de lo que deje. Y él la heredará a ella si ella no tiene ningún hijo. Y si son dos, les corresponderán dos tercios de lo que deje; y si hay hermanos, varones y hembras, entonces a cada varón le corresponderá la parte de dos hembras. Alá os aclara para que no os extraviéis. Alá es Conocedor de todas las cosas».
Corán (5:33) «El pago para los que hagan la guerra a Alá y a Su Mensajero y se dediquen a corromper en la tierra, será la muerte o la crucifixión o que se les corte la mano y el pie contrario o que se les expulse del país. Esto es para ellos una humillación en esta vida, pero en la Última tendrán un inmenso castigo».
Corán (5:72) «Realmente han caído en incredulidad quienes dicen: Alá es el Ungido, hijo de Maryam. Cuando fue el Ungido quien dijo a los hijos de Israel: ¡Adorad a Alá! Mi Señor y el vuestro. Quien asocie algo con Alá, Alá le vedará el Jardín y su refugio será el Fuego. No hay quien auxilie a los injustos».
Corán (7:80-84) «(7:80) Y Lut, cuando dijo a su gente: ¿Estáis cometiendo la indecencia que nadie antes en los mundos ha cometido? (7:81) ¿Vais a los hombres con deseo, en vez de a las mujeres? Realmente sois una gente desmesurada. (7:82) Pero la única respuesta de su gente fue decir: ¡Expulsadlos de vuestra ciudad, son gentes que se tienen por puros! (7:83) Y lo salvamos a él y a su familia con la excepción de su mujer, que fue de los que se quedaron atrás. (7:84) E hicimos que les cayera una lluvia [de piedras]. ¡Mira cómo acabaron los que hicieron el mal!»
Corán (8:12-13) «(8:12) Cuando tu Señor inspiró a los ángeles: Estoy con vosotros, dad firmeza a los que creen; Yo arrojaré el terror en los corazones de los que no creen. Por lo tanto golpead las nucas y golpeadles en los dedos. (8:13) Eso es porque se han opuesto a Alá y a Su mensajero. Y quien se opone a Alá y a Su mensajero... Es cierto que Alá es Fuerte castigando».
Corán (8:55) «Verdaderamente las peores criaturas ante Alá son los que niegan y no creen».
Corán (8:60) «Preparad contra ellos todas las fuerzas y guarniciones de caballos que podáis; así atemorizaréis a los enemigos de Alá, que son también los vuestros, aparte de otros que no conocéis pero que Alá sí conoce. Lo que gastéis en el camino de Alá se os pagará con creces y no sufriréis ningún menoscabo».
Corán (8:69-71) «(8:69) Sin embargo, beneficiaros de lo que hayáis obtenido como botín de guerra que sea lícito y bueno; y temed a Alá. Es cierto que Alá es Perdonador y Compasivo. (8:70) ¡Profeta! Di a los prisioneros que tengáis en vuestras manos: Si Alá sabe de algún bien en vuestros corazones, os concederá también algún bien de aquello que se os quitó y os perdonará. Alá es Perdonador y Compasivo. (8:71) Pero si quieren traicionarte...Ya traicionaron antes a Alá y (te) dio poder sobre ellos. Alá es Conocedor y Sabio».
Corán (9:3) «Y se anuncia de parte de Alá y de Su mensajero a los hombres, en el día de la Peregrinación Mayor, que Alá queda libre de responsabilidad frente a los asociadores [politeístas], así como Su mensajero. De manera que si os retractáis será mejor para vosotros, pero si os apartáis, sabed que no vais a escapar de Alá. Y a los que no creen anúnciales un castigo doloroso».
Corán (9:5) «Y cuando hayan pasado los meses inviolables, matad a los asociadores [politeístas] dondequiera que los halléis. Capturadlos, sitiadlos y tendedles toda clase de emboscadas; pero si se retractan, establecen el salat [rezo obligatorio] y entregan el zakat [caridad obligatoria], dejad que sigan su camino. Verdaderamente Alá es Perdonador y Compasivo».
Corán (9:14) «¡Combatidlos! Alá los castigará por medio de vuestras manos y los humillará, os dará la victoria sobre ellos y curará los pechos de una gente creyente».
Corán (9:29) «Combatid contra aquéllos, de los que recibieron el Libro, que no crean en Alá ni en el Último Día, no hagan ilícito lo que Alá y Su mensajero han hecho ilícito y no sigan la verdadera práctica de Adoración [el islam], hasta que paguen la yizia [impuesto por no ser musulmán] con sumisión y aceptando estar por debajo».
Corán (9:30) «Y dicen los judíos: Uzayr es el hijo de Alá. Y dicen los cristianos: El Ungido es el hijo de Alá. Eso es lo que dicen con sus bocas repitiendo las palabras de los que anteriormente cayeron en la incredulidad. ¡Que Alá los destruya! ¡Cómo falsean!»
Corán (9:38-39) «(9:38) ¡Vosotros que creéis! ¿Qué os pasa que cuando se os dice: Salid a luchar en el camino de Alá, os aferráis a la tierra? ¿Acaso os complace más la vida de este mundo que la Última? El disfrute de la vida de este mundo es poca cosa en comparación con la Última. (9:39) Si no salís a luchar, Él os castigará con un doloroso castigo y os reemplazará por otros, sin que Le perjudiquéis en nada. Alá tiene poder sobre todas las cosas».
Corán (9:41-42) «(9:41) Ligeros o no, salid de incursión y luchad con vuestros bienes y personas en el camino de Alá. Eso es mejor para vosotros si sabéis. (9:42) Si hubiera sido por una ganancia muy asequible o un viaje a media distancia te habrían seguido, pero les pareció lejos. Y jurarán por Alá: Si hubiéramos podido, habríamos salido con vosotros. Se perderán a sí mismos y Alá sabe que mienten».
Corán (9:73) «¡Profeta! Esfuérzate en la lucha contra los incrédulos y los hipócritas y sé duro con ellos, su refugio será Yahannam [el Infierno]. ¡Qué mal porvenir!»
Corán (9:123) «¡Vosotros que creéis! Combatid contra los incrédulos que tengáis al alcance, y que encuentren dureza en vosotros. Y sabed que Alá está con los que Le temen».
Corán (16:106) «Quien reniegue de Alá después de haber creído, salvo que haya sido coaccionado mientras su corazón permanezca tranquilo en la creencia, y abra su pecho a la incredulidad... La cólera de Alá caerá sobre ellos y tendrán un enorme castigo».
Corán (18:103-106) «(18:103) Di: ¿Queréis saber quiénes serán los más perdedores por sus obras? (18:104) Aquellos cuyo celo por la vida del mundo los extravió mientras pensaban que hacían el bien con lo que hacían. (18:105) Esos serán los que negaron los signos de su Señor y el encuentro con Él, sus obras se hicieron inútiles y el Día del Levantamiento no tendrán ningún peso. (18:106) Esta será su recompensa: Yahannam [el Infierno], a causa de lo que negaron y por haber tomado Mis signos y Mis mensajeros a burla».
Corán (22:19-22) «(22:19) Son dos adversarios que discuten sobre su Señor. A los que no creyeron se les cortarán vestidos de fuego y se les derramará agua hirviendo sobre la cabeza. (22:20) Con ella se derretirá lo que haya en sus vientres y la piel. (22:21) Y habrá para ellos mazas de hierro. (22:22) Cada vez que angustiados quieran salir de allí, serán devueltos. ¡Gustad el castigo del fuego!»
Corán (24:31) «Y di a las creyentes que bajen la mirada y guarden sus partes privadas, y que no muestren sus atractivos a excepción de los que sean externos; y que se dejen caer el tocado sobre el escote y no muestren sus atractivos excepto a sus maridos, padres, padres de sus maridos, hijos, hijos de sus maridos, hermanos, hijos de sus hermanos, hijos de sus hermanas, sus mujeres, los esclavos que posean, los hombres subordinados carentes de instinto sexual o los niños a los que aún no se les haya desvelado la desnudez de la mujer. Y que al andar no pisen golpeando los pies para que no se reconozcan adornos que lleven escondidos. Y volveos a Alá todos, oh creyentes, para que podáis tener éxito».
Corán (24:60) «Y las mujeres que hayan llegado a la menopausia y ya no esperan casarse, no hay inconveniente en que relajen su vestimenta sin pretender dejar al descubierto ningún atractivo. Y que se abstengan es mejor para ellas. Alá es Quien oye y Quien sabe».
Corán (33:49) «¡Vosotros que creéis! Cuando desposéis a las creyentes y luego las divorciéis antes de haberlas tocado, no tenéis que contar ningún periodo de espera. Dadles algo de provecho y dejadlas ir con delicadeza».
Corán (33:50) «¡Profeta! Te hacemos lícitas tus esposas, a las que diste sus correspondientes dotes, y las que tu diestra posea [esclavas] entre las que Alá te haya dado como botín; y las hijas de tus tíos maternos y las de tus tías maternas que hayan emigrado contigo, y cualquier mujer creyente que se ofrezca al Profeta, si el Profeta quiere tomarla en matrimonio. Esto es exclusivo para ti, no para los creyentes. Sabemos lo que les hemos hecho preceptivo a ellos en lo referente a sus esposas y las que sus diestras poseen. Para que no haya falta sobre ti. Y Alá es Perdonador, Compasivo».
Corán (33:59) «¡Profeta! Di a tus esposas e hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran desde arriba con sus vestidos. Esto es lo más adecuado para que se las reconozca y no se las ofenda. Alá es perdonador y compasivo».
Corán (33:60-62) «(33:60) Si los hipócritas, los que tienen una enfermedad en el corazón, los tendenciosos de Medina, no dejan su actitud; te daremos poder sobre ellos y luego, no serán vecinos tuyos en ella por mucho tiempo. (33:61) Malditos, dondequiera que se dé con ellos serán capturados y matados enérgicamente. (33:62) Práctica constante de Alá con los que ya pasaron. Y no encontrarás en el modo de actuar de Alá ningún cambio».
Corán (48:16-17) «(48:16) Di a los beduinos que se quedaron atrás: Se os llamará para que luchéis contra una gente de gran coraje o para que se sometan, y si obedecéis Alá os dará una hermosa recompensa; pero si os echáis atrás, como hicisteis antes, os castigará con un doloroso castigo. (48:17) No hay nada que reprochar al ciego, ni al cojo ni al enfermo. Quien obedezca a Alá y a Su mensajero lo haremos entrar en jardines por cuyo suelo corren los ríos, pero al que se aparte, lo castigaremos con un doloroso castigo».
Corán (53:27) «Los que no creen en la Última Vida [infieles] le dan a los ángeles nombres femeninos».
Corán (58:22) «No encontraréis a nadie que creyendo en Alá y en el Último Día sienta afecto por quien se opone a Alá y a Su mensajero, aunque se trate de sus padres, sus hijos, sus hermanos o los de su tribu. Ha escrito la creencia en sus corazones, les ha ayudado con un espíritu procedente de Él y les hará entrar en jardines por cuyo suelo corren los ríos, donde serán inmortales. Alá estará satisfecho de ellos y ellos lo estarán de Él, ésos son el partido de Alá. ¿Acaso no son los del partido de Alá los triunfadores?»
Corán (59:7) «Lo que Alá le dio a Su mensajero en calidad de botín, procedente de los habitantes de las aldeas, pertenece a Alá y al Mensajero, a los parientes y a los huérfanos, a los pobres y a los viajeros; para que así no haya privilegios para vuestros ricos. Y lo que os da el Mensajero tomadlo, pero lo que os prohíba dejadlo. Y temed a Alá, es cierto que Alá es Fuerte castigando».
Corán (60:1) «¡Vosotros que creéis! No toméis por amigos aliados a los que son enemigos Míos y vuestros -les dais muestras de afecto cuando ellos se han negado a creer en la verdad que os ha llegado y han expulsado al Mensajero y os han expulsado a vosotros porque creíais en Alá vuestro Señor- si habéis salido a luchar en Mi camino buscando Mi beneplácito. Les confiáis secretos por amistad; pero Yo sé lo que escondéis y lo que mostráis. El que de vosotros lo haga, se habrá extraviado del camino llano».
Corán (65:4) «Y aquellas de vuestras mujeres que hayan llegado a la menopausia, si dudáis de su período de espera [para volver a casarse], este son tres meses; así como para la que aún no haya tenido la menstruación [niñas]. Y las que estén embarazadas, su período de espera será hasta que den a luz. Quien teme a Alá, Él le dará facilidad en lo suyo».
Corán (66:9) «¡Profeta! Lucha contra los que se niegan a creer y contra los hipócritas y sé duro con ellos. Su refugio es Yahannam [el Infierno]. ¡Qué mal lugar de destino!»
Ibn Ishaq
Ibn Ishaq (693) «Entonces el Apóstol envió a Sa'd b Zayd al-Ansari, hermano de Abdu'l Ashhal con algunas de las mujeres prisioneras de Banu Qurayza a Najd y las vendió por caballos y armas».
Ibn Ishaq (734) «En cuanto a Ali, él dijo: "Las mujeres son abundantes, así que puedes cambiar a una por otra. Pregunta a la esclava, pues ella te dirá la verdad". Así que el Apóstol llamó a Buraira para preguntarle (a ella), y Ali se levantó y le dio una violenta paliza diciéndole "Dile la verdad al Apóstol", a lo que ella respondió "solo sé cosas buenas de ella, la única queja que puedo encontrar en Aisha es que cuando estoy amasando la masa y le pido que la cuide, ella se niega y se queda dormida y el cordero se la come"».
Ibn Ishaq (878) «De los cautivos de Hunayn, el Mensajero de Alá le dio a Ali [su yerno y futuro califa] una esclava llamada Rayta y le dio a Uthman [futuro califa] una esclava llamada Zaynab y a Umar [futuro califa] una chica que este le dio a su hijo».
Ibn Ishaq (959) «Entonces el apóstol envió a Khalid ibn Walid… al Banu al-Harith y le ordenó que los invitara al islam tres días antes de que los atacara. Si aceptaban, entonces él debía aceptarlo, y si se negaban, debía luchar contra ellos. Entonces Khalid salió y fue a ellos, y envió a jinetes en todas las direcciones invitando a la gente al islam, diciendo: "Si aceptáis el islam, estaréis a salvo". Así que los hombres aceptaron el islam cuando fueron invitados. Khalid se quedó con ellos enseñándoles el islam y el libro de Alá y la Sunna de Su profeta, porque eso era lo que el apóstol de Alá le había ordenado hacer si aceptaban el islam y no luchaban».
Ibn Ishaq (969) «Tenéis derechos sobre vuestras esposas y ellas tienen derechos sobre vosotros. Tenéis el derecho de que ellas no deshonren vuestra cama y de que no deben comportarse con insensibilidad abierta. Si lo hacen, Alá os permite ponerlas en cuartos separados y darles palizas, pero no con severidad. Si se abstienen de estas cosas, tienen derecho a su comida y a buen trato».
Ibn Ishaq (970) «El adúltero debe ser apedreado».
Jami at-Tirmidhi
Jami at-Tirmidhi (1854) El Profeta dijo: «Propagad la paz, alimentad a otros, golpead las cabezas (de los incrédulos enemigos); heredareis el Paraíso».
Sahih al-Bukhari
Sahih al-Bukhari (29) «El Profeta dijo: "Me fue mostrado el Infierno y la mayoría de sus habitantes eran mujeres que fueron ingratas". Le preguntaron, "¿No creen ellas en Alá?" (¿o son ingratas a Alá?) Él respondió, "Son ingratas a sus maridos y son ingratas a los favores y las buenas (acciones caritativas) hechas a ellas. Si has sido siempre bueno (benevolente) a una de ellas y luego ve algo en ti (que no le gusta), dirá, 'Nunca he recibido nada bueno de ti'"».
Sahih al-Bukhari (36) El Profeta dijo: «La persona que participa en (batallas sagradas) en la causa de Alá y nada le obliga a hacerlo excepto la creencia en Alá y Su Apóstol, será recompensado por Alá con una recompensa o botín (si sobrevive) o será admitido en el Paraíso (si es asesinado en la batalla como un mártir). Si no hubiese encontrado dificultades para mis seguidores, entonces no me quedaría detrás de ningún sariya yendo a la yihad y me habría encantado ser martirizado en la causa de Alá y luego resucitado, y luego martirizado y luego resucitado, y luego nuevamente martirizado en Su causa».
Sahih al-Bukhari (65:4557) Narrado por Abu Huraira: «El Versículo: "Sois [vosotros los verdaderos musulmanes] la mejor comunidad que ha surgido en bien de los hombres..." [Corán 3:110]. Significa, la mejor de las comunidades para la comunidad, puesto que los traéis con cadenas en sus cuellos hasta que aceptan el islam».
Sahih al-Bukhari (304) «Una vez el Apóstol de Alá salió a la Musalla (para ofrecer la oración) Id-al-Adha o al-Fitr. Luego pasó junto a las mujeres y dijo: "¡Oh mujeres, dad limosna, puesto que he visto que la mayoría de los habitantes del Infierno eran ustedes (mujeres)". Ellas preguntaron: "¿Por qué es así, oh Apóstol de Alá?" Él respondió: "Ustedes maldicen con frecuencia y son ingratas a sus maridos, no he visto a nadie más deficiente en inteligencia y religión que ustedes. Un hombre prudente y sensato podría ser extraviado por algunas de ustedes". Las mujeres le preguntaron: "¡Oh, Apóstol de Alá! ¿Qué es deficiente en nuestra inteligencia y religión?" Él dijo: "¿No es el testimonio de dos mujeres igual al testimonio de un hombre?" Ellas respondieron afirmativamente. Él dijo: "Esta es la deficiencia de su inteligencia, ¿no es verdad que una mujer no puede orar ni ayunar durante su menstruación?" Las mujeres contestaron afirmativamente. Él dijo: "Esta es la deficiencia en su práctica de religión"».
Sahih al-Bukhari (392) El Mensajero de Alá (Mahoma) dijo: «Me han ordenado luchar contra las gentes hasta que digan: "Nadie tiene el derecho de ser adorado excepto Alá". Y si así lo dicen, si rezan como nosotros rezamos, si rezan a nuestra Qibla [dirección de oración] y si matan como nosotros matamos, entonces su sangre y propiedad serán sagradas para nosotros y no interferiremos con ellos excepto legalmente y su obligación será con Alá».
Sahih al-Bukhari (402) «Narrado por Umar: "Mi Señor estuvo de acuerdo conmigo en tres cosas: -1. Yo dije: 'Oh Mensajero de Alá, deseo que hubiésemos tomado la estación de Ibrahim como nuestro lugar de oración (para algunas de nuestras oraciones)'. Así vino la Inspiración Divina: 'Y cuando hicimos de la Casa un centro de reunión y un lugar seguro para los hombres que adoptaron la estación de Ibrahim. Habíamos pactado con Ibrahim e Ismail que mantuvieran pura Mi casa para los que cumplieran las vueltas en torno a ella, los que allí permanecieran y los que se inclinaran y postraran'. [2:125]. -2. Y en cuanto al velo de las mujeres, dije: '¡Oh, Mensajero de Alá! Ojalá hubieses ordenado a tus mujeres que se cubrieran de los hombres, porque los buenos y los malos les hablan'. Así que el versículo del velo de las mujeres fue revelado. -3. Una vez que las esposas del Profeta hicieron un frente unido contra el Profeta y les dije: 'Puede ser que si él (el Profeta) se divorcia de vosotras, todo lo que su Señor (Alá) le dará en lugar de vosotras serán esposas mejores'. Así que este versículo (el mismo que yo había dicho) fue revelado"».
Sahih al-Bukhari (435, 436) «Cuando llegó el último momento de la vida del Mensajero de Alá, comenzó a ponerse su Khamisa' en la cara y cuando sintió calor y le faltaba el aliento, se la quitó de la cara y dijo: "Que Alá maldiga a los judíos y cristianos porque ellos construyeron los lugares de culto en las tumbas de sus Profetas". El Profeta estaba advirtiendo (a los musulmanes) de lo que habían hecho».
Sahih al-Bukhari (657) El Profeta dijo: «Ninguna oración es más pesada sobre los hipócritas que las oraciones del Fajr y del Isha' y si supieran lo que hay en ellas (en recompensa), las habrían atendido, aunque (si fuera) arrastrándose. Ciertamente, sentí el impulso de llamar al Mu'adh-dhin (el que hace la llamada a la oración) para que pronunciara Iqama, luego ordenar a un hombre que guiara a la gente (en oración), y luego tomar una llama de fuego para quemar (las casas) de aquellos que aún no habían ido a la oración».
Sahih al-Bukhari (2141) Jabir ibn Abdullah narró: «Un hombre decidió que uno de sus esclavos iba a ser liberado tras su muerte y más tarde estuvo en necesidad de dinero, así que El Profeta cogió al esclavo y dijo, "¿Quién me comprará a este esclavo?" Nu'aim ibn 'Abdullah lo compró por tal precio y El Profeta le dio el esclavo».
Sahih al-Bukhari (2415) Jabir narró: «Un hombre liberó a un esclavo pero no tenía más propiedad que esa, así que El Profeta detuvo la liberación (y vendió el esclavo por él). No'aim ibn An-Nahham le compró el esclavo».
Sahih al-Bukhari (2569) Sahl narró: «El Profeta mandó llamar a una mujer de los emigrantes y ella tenía un esclavo el cual era carpintero. El Profeta le dijo (a ella) "Manda a tu esclavo a preparar madera (piezas) para el púlpito". Así que ella se lo mandó a su esclavo, quien fue y cortó madera del taray y preparó el púlpito para el Profeta. Cuando terminó el púlpito, la mujer informó al Profeta de que había sido terminado. El Profeta le pidió que le mandase el púlpito, así que lo trajeron. El Profeta lo subió y lo colocó en el lugar en el cual veis ahora».
Sahih al-Bukhari (2592) Kurib narró: «El esclavo liberado de Ibn 'Abbas. Maimuna bint Al-Harith le dijo que ella había liberado a una esclava sin el permiso del Profeta. En el día que le tocaba estar con El Profeta, ella dijo, "¿Sabes, oh Apóstol de Alá, que he liberado a mi esclava?". Él dijo, "¿De verdad lo has hecho?" Ella respondió en afirmativo y él contestó, "Habrías tenido más recompensa si se la hubieses dado a uno de tus tíos maternos"».
Sahih al-Bukhari (2810) «Un hombre se acercó al Profeta y le preguntó: "Un hombre lucha por el botín de guerra, otro lucha por la fama y un tercero lucha por exhibirse, ¿cuál de ellos lucha en la Causa de Alá?". El Profeta dijo: "Quien luche para que la Palabra de Alá (es decir, el islam) sea superior, lucha en la Causa de Alá"».
Sahih al-Bukhari (2926) El Mensajero de Alá dijo: «La Hora no se establecerá hasta que peleéis con los judíos, y la piedra detrás de la cual se esconderá un judío dirá: "¡Oh musulmán! Hay un judío escondido detrás de mí, así que mátalo"».
Sahih al-Bukhari (2977) El Mensajero de Alá dijo: «He sido enviado con las expresiones más cortas pero con los significados más amplios, y me he hecho victorioso con terror (arrojado al corazón del enemigo), y mientras dormía, las llaves de los tesoros del mundo me fueron traídos y puestos en mi mano». Abu Huraira agregó: «El Mensajero de Alá ha abandonado el mundo y ahora ustedes, la gente, estáis sacando esos tesoros (es decir, el Profeta no se benefició de ellos)».
Sahih al-Bukhari (3010) El Profeta dijo: «Alá se maravilla ante las personas que entrarán en el Paraíso encadenadas».
Sahih al-Bukhari (3011) El profeta dijo: «Tres tipos de personas recibirán el doble de recompensa. (Uno es) aquel que tiene una mujer esclava y la educa adecuadamente y le enseña buenas maneras de buena forma (sin violencia) y luego la libera y se casa con ella. (Otro) es el creyente de la gente de las escrituras que ha sido un buen creyente y luego cree en El Profeta (Mahoma). Esa persona recibirá una doble recompensa. (El tercero es) Aquel esclavo que cumple los Deberes y Derechos de Alá y es sincero a su amo».
Sahih al-Bukhari (3012) «El Profeta pasó junto a mí en un lugar llamado Al-Abwa o Waddan, y se le preguntó si era permisible atacar a los guerreros paganos por la noche con la probabilidad de exponer a sus mujeres y niños al peligro. El Profeta respondió: "Ellos (es decir, mujeres y niños) son de ellos (es decir, paganos)". También escuché al Profeta decir: "La institución de Hima no es válida, excepto por Alá y Su Apóstol"».
Sahih al-Bukhari (4556) «Los judíos trajeron ante el Profeta a un hombre y a una mujer de entre ellos que habían cometido relaciones sexuales ilegales. El Profeta les dijo: "¿Cómo castigáis generalmente a uno de los vuestros que ha cometido relaciones sexuales ilegales?" Ellos respondieron: "Ennegrecemos sus caras con carbón y los golpeamos". Él dijo: "¿No encontráis la orden de Ar-Rajm (es decir, apedrear hasta la muerte) en la Torá?" Ellos respondieron: "No encontramos nada en ella". Abdullah ibn Salam (después de escuchar esta conversación) les dijo: "¡Habéis dicho una mentira, traed aquí la Torá y recitadla si sois sinceros". Así que los judíos trajeron la Torá. Y el maestro religioso que estaba enseñándoles, puso su mano sobre el verso de Ar-Rajm y comenzó a leer lo que estaba escrito arriba y debajo del lugar oculto con su mano, pero no leyó el versículo de Ar-Rajm. Abdullah ibn Salam quitó su mano (es decir, la del maestro) del verso de Ar-Rajm y dijo: "¿Qué es esto?" Así que cuando los judíos vieron ese versículo, dijeron: "Este es el versículo de Ar-Rajm". Así que el Profeta ordenó que los dos adúlteros fueran apedreados hasta la muerte, y fueron apedreados hasta la muerte cerca del lugar donde las andas solían ser colocadas cerca de la mezquita. Vi a su compañero (es decir, el adúltero) inclinándose sobre ella para protegerla de las piedras».
Sahih al-Bukhari (5057) Escuché al Profeta decir: «En los últimos días (del mundo) aparecerán jóvenes con pensamientos e ideas necias. Ellos darán buenas charlas, pero se alejarán del islam como una flecha se aleja del arco, su fe no va más allá de sus gargantas. Así que, donde sea que los encuentres, mátalos, ya que habrá una recompensa para sus asesinos en el Día de la Resurrección».
Sahih al-Bukhari (5080) «Cuando me casé, el Mensajero de Alá me dijo: "¿Con qué tipo de mujer te has casado?" Yo le dije: "Me he casado con una matrona". Él dijo: "¿Por qué, no tienes un gusto por las vírgenes y por acariciarlas?" Jabir también dijo: El Mensajero de Alá dijo: "¿Por qué no te casaste con una niña para que puedas jugar con ella y ella contigo?"»
Sahih al-Bukhari (5133) «Aisha narró que el Profeta se casó con ella cuando ella tenía seis años de edad y que consumó su matrimonio cuando tenía nueve años de edad, y luego se quedó con él durante nueve años (es decir, hasta su muerte)».
Sahih al-Bukhari (6449) El Profeta dijo, «Miré al Paraíso y vi que los pobres formaban la mayoría de sus habitantes; y miré al Infierno y vi que la mayoría de sus habitantes eran mujeres».
Sahih al-Bukhari (6601) El Mensajero de Alá dijo: «Ninguna mujer debe pedir el divorcio de su hermana (musulmana) para tomar su lugar, pero debe casarse con el hombre (sin obligarlo a divorciarse de su otra esposa), porque no tendrá nada excepto lo que Alá ha escrito para ella».
Sahih al-Bukhari (6761) El profeta dijo algo similar a: «Los esclavos liberados pertenecen a la gente que les ha liberado».
Sahih al-Bukhari (6878) El Mensajero de Alá dijo: «La sangre de un musulmán que confiesa que nadie tiene el derecho de ser adorado excepto Alá y que yo soy su Apóstol, no puede ser derramada excepto en tres casos: En Qisas [igual respuesta] por asesinato, una persona casada que comete relaciones sexuales ilegales y el que abandona el islam [apóstata] y deja a los musulmanes».
Sahih al-Bukhari (7099) «Durante la batalla de Al-Jamal, Alá me benefició con una Palabra (que escuché del Profeta). Cuando el Profeta oyó la noticia de que la gente de Persia había convertido a la hija de Khosrau en su Reina (gobernante), dijo: "Nunca prevalecerá una nación que hace de una mujer su soberana"».
Sahih al-Bukhari (7137) El Mensajero de Alá dijo: «Quien me obedece, obedece a Alá, y quien me desobedece, desobedece a Alá, y quien obedece al gobernante que yo designe, me obedece, y quienquiera que le desobedezca, me desobedece».
Sahih Muslim
Sahih Muslim (21 a) «Se me ha ordenado luchar contra las gentes siempre que no declaren que no hay más dios que Alá, y el que profese esto se le garantizará la protección de su propiedad y de su vida en mi nombre, excepto por los asuntos correctos que le corresponden a Alá».
Sahih Muslim (22) Ha sido narrado bajo la autoridad de Abdullah ibn Umar que el Mensajero de Alá dijo: «Me han ordenado luchar contra las gentes hasta que testifiquen que no hay más dios que Alá, que Mahoma es el mensajero de Alá, y establezcan oración, y paguen zakat [caridad obligatoria] y si lo hacen, su sangre y sus bienes serán garantizados protección por mi parte salvo cuando la ley lo justifique, y sus asuntos descansaran con Alá».
Sahih Muslim (512 e) Al-Aswad relató que Aisha dijo: «Tú nos has hecho (a las mujeres) iguales a los perros y a los asnos, mientras que yo yacía en la cama el Mensajero de Alá llegó allí y se paró en medio de la cama y se puso a rezar. No me gustaba quitarme la colcha (en ese estado), así que me alejé silenciosamente por las patas delanteras de la cama y así salí de la colcha».
Sahih Muslim (1422 c) «Aisha informó que el Apóstol de Alá se casó con ella cuando tenía siete años de edad, y fue llevada a su casa como novia cuando tenía nueve años, y sus muñecas estaban con ella; Y cuando murió el Santo Profeta, tenía dieciocho años».
Sahih Muslim (1602) Jabir comentó: «Vino un esclavo y juró lealtad al Apóstol de Alá en migración. Él (el Sagrado Profeta) no sabía que era un esclavo. Más tarde vino su amo y lo pidió de vuelta, a lo cual el Apóstol de Alá respondió: "Véndemelo". Y lo compró por dos esclavos negros, y posteriormente no aceptó lealtad de nadie hasta saber si era un esclavo (o un hombre libre)».
Sahih Muslim (1668 a) «Imran ibn Husain contó que una persona que no tenía ninguna otra propiedad liberó a seis de sus esclavos a la hora de su muerte. El Mensajero de Alá los mandó llamar y los dividió en tres grupos, los echó a suertes y liberó a dos y mantuvo a cuatro en esclavitud; y él (el Sagrado Profeta) habló severamente de él».
Sahih Muslim (1690 c) «Ubada ibn As-Samit relató que cada vez que el Apóstol de Alá recibía una revelación, sentía que su rigor y la complexión de su rostro cambiaban. Un día la revelación descendió sobre él, él sintió el mismo rigor. Cuando terminó y él sintió alivio, dijo: "Tomad [enseñanzas] de mí. Alá ha ordenado un camino para ellas (las mujeres que fornican): (Cuando) un hombre casado (comete adulterio) con una mujer casada, y un hombre soltero con una mujer soltera, entonces en el caso de los casados es (un castigo) de cien latigazos y luego lapidación (hasta la muerte). Y en el caso de personas solteras, (el castigo) es de cien latigazos y exilio durante un año"».
Sahih Muslim (1691 a) Abdullah ibn 'Abbas informó que Umar ibn Khattab se sentó en el púlpito del Mensajero de Alá y dijo: «Ciertamente Alá envió a Mahoma con la verdad y Él envió el Libro con él, y el versículo de la lapidación fue incluido en lo que fue enviado a él. Lo recitábamos, lo reteníamos en nuestra memoria y lo entendíamos. El Mensajero de Alá concedió el castigo de la lapidación hasta la muerte (al adúltero casado y la adúltera) y, después de él, también concedimos el castigo de la lapidación, me temo que con el tiempo, la gente (pueda olvidarlo) y pueda decir: "No encontramos el castigo de la lapidación en el Libro de Alá", y así desviarnos abandonando este deber prescrito por Alá. La lapidación es un deber establecido en el Libro de Alá para hombres y mujeres casados que cometen adulterio cuando se da evidencia, o si hay embarazo, o una confesión».
Sahih Muslim (1691 e) «Abu Huraira informó que una persona de entre los musulmanes vino al Mensajero de Alá mientras él estaba en la mezquita. Le llamó diciendo: "Mensajero de Alá, he cometido adulterio". Él (el Santo Profeta) se alejó de él. Él (de nuevo) vino ante él y le dijo: "Mensajero de Alá, he cometido adulterio". Él (el Santo Profeta) se alejó hasta que lo hizo cuatro veces, y como él testificó cuatro veces contra sí mismo, el Mensajero de Alá le llamó y dijo: "¿Estás loco?" Él dijo: "No". Él (nuevamente) dijo: "¿Estás casado?" Él dijo que sí. Entonces el Mensajero de Alá dijo: "Tómenlo y lapidadle"». Ibn Shihab (uno de los narradores) dijo: «Uno que había oído a Jabir ibn 'Abdullah diciendo esto me informó así: "Yo era uno de los que le lapidaron. Le lapidamos en el lugar de oración (ya sea de Id o un funeral). Cuando las piedras le hicieron daño, huyó. Le cogimos en el Harra y le lapidamos (hasta la muerte)"». Este jadiz ha sido narrado a través de otra cadena de transmisores.
Sahih Muslim (1695b) «Abdullah ibn Buraida informó sobre la autoridad de su padre que Ma'iz ibn Malik al-Aslami vino al Mensajero de Alá y dijo: "Mensajero de Alá, yo he hecho mal; he cometido adulterio y deseo sinceramente que me purifiques". Él le rechazó. Al día siguiente, él volvió a él y le dijo: "Mensajero de Alá, he cometido adulterio". El Mensajero de Alá le rechazó por segunda vez, y le envió a su pueblo diciendo: "¿Sabéis si hay algo malo en su mente?" Ellos negaron tal cosa en él y dijeron: "No le conocemos por eso sino como un buen hombre entre nosotros, hasta donde podemos juzgar". Él (Ma'iz) vino por tercera vez, y él (el Santo Profeta) le envió como lo había hecho antes. Preguntó por él y le informaron que no había nada malo con él o con su mente. Cuando era la cuarta vez, se cavó una zanja para él y él (el Santo Profeta) pronunció sentencia sobre él y fue apedreado». Él (el narrador) dijo: «Vino a él (el Santo Profeta) una mujer de Ghamid y dijo: "Mensajero de Alá, he cometido adulterio, así que purifícame". Él (el Santo Profeta) la rechazó. Al día siguiente ella dijo: "Mensajero de Alá, ¿por qué me rechazas? Tal vez, me rechazas como cuando rechazabas a Ma'iz. Por Alá, estoy embarazada". Él dijo: "Bueno, si insistes en ello, entonces vete hasta que nazca (el niño)". Cuando dio a luz ella vino con el niño (envuelto) en un trapo y dijo: "Aquí está el niño que he dado a luz". Dijo: "Vete y amamántale hasta que le destetes". Cuando hizo eso, se acercó a él (el Santo Profeta) con el niño que sostenía un pedazo de pan en su mano. Ella dijo: "Apóstol de Alá, aquí está él destetado y ahora come". Él (el Santo Profeta) confió el niño a uno de los musulmanes y luego pronunció el castigo. Y fue puesta en una zanja hasta su pecho y ordenó a la gente que la apedrearan. Khalid ibn Walid avanzó con una piedra que arrojó a su cabeza y salpicó sangre sobre la cara de Khalid, así que maldijo. El Apóstol de Alá escuchó la maldición (de Khalid) que él había lanzado sobre ella. Entonces él (el Santo Profeta) dijo: "Khalid, se gentil. Por Él en cuya Mano está mi vida, ella ha hecho tal arrepentimiento que incluso si un recaudador de impuestos ilícito se arrepintiera, él habría sido perdonado". Luego, dando órdenes sobre ella, oró por ella y fue enterrada».
Sahih Muslim (1697/1698 a) «Mensajero de Alá, te ruego en el nombre de Alá que pronuncies sentencia sobre mí según el Libro de Alá. El segundo reclamante que era más sabio que él dijo: "Bueno, decidan por nosotros según el Libro de Alá, pero permítanme (decir algo)". Entonces el Mensajero de Alá dijo: "Di". Él dijo: "Mi hijo era un siervo en la casa de esta persona y cometió adulterio con su esposa. Me informaron de que mi hijo merecía lapidación hasta la muerte (como castigo por este delito). Di cien cabras y una esclava como rescate por esto. Pregunté a los eruditos (si esto podría servir como una expiación por este delito). Me informaron que mi hijo merecía cien latigazos y exilio durante un año. Y la mujer merecía ser lapidada (puesto que estaba casada)". Entonces el Mensajero de Alá dijo: "Por Él en cuya mano está mi vida. Yo decidiré por ustedes según el Libro de Alá. La esclava y las cabras deben ser devueltas, y tu hijo será castigado con cien latigazos y exilio por un año. Y, oh Unais (ibn Zuhaq al-Aslami), ve a esta mujer por la mañana, y si ella hace una confesión, entonces lapidadla". Él (el narrador) dijo: "Él fue a ella por la mañana y ella hizo una confesión. Y el Mensajero de Alá pronunció sentencia sobre ella y fue apedreada hasta la muerte"».
Sahih Muslim (1745 a - 1745 b) (1745 a) «Se informa bajo la autoridad de Sa'b ibn Jaththama que el Profeta de Alá, cuando se le preguntó acerca de las mujeres y los niños de los politeístas asesinados durante el ataque nocturno, dijo: "Ellos son de ellos"». (1745 b) «Está narrado por Sa'b ibn Jaththama que dijo (al Santo Profeta): "Mensajero de Alá, matamos a los hijos de los politeístas durante los ataques nocturnos". Él dijo: "Ellos son de ellos"».
Sahih Muslim (1755) Ha sido narrado en la autoridad de Salama (ibn al-Akwa'), quien dijo: «Luchamos contra los Fazara y Abu Bakr era nuestro dirigente. Había sido citado por el Mensajero de Alá. Cuando estaban a solo una hora de distancia del agua del enemigo, Abu Bakr nos ordenó atacar. Hicimos un alto durante la última parte de la noche para descansar y después atacamos por todos los frentes y llegamos a su abastecimiento de agua donde se libró una batalla. Algunos de los enemigos fueron matados y otros fueron tomados prisioneros. Vi a un grupo de personas que consistía de mujeres y niños. Temía que alcanzasen la montaña antes que yo, así que disparé una flecha entre ellos y la montaña. Cuando vieron la flecha, pararon. Así que les traje, conduciéndolos conmigo. Entre ellos estaba una mujer de Banu Faraza. Estaba llevando una capa de cuero. Con ella estaba su hija, quien era una de las chicas más bonitas de Arabia. Las llevé a Abu Bakr, quien me otorgó a la chica como premio. Así que llegamos a Medina. Aún no la había desvestido cuando el Mensajero de Alá me encontró en la calle y me dijo: "Dame esa chica, oh Salama". Y le dije "Mensajero de Alá, ella me ha fascinado. Aún no la he desvestido". Cuando al día siguiente el Mensajero de Alá me encontró de nuevo, me dijo: "Oh Salama, dame esa chica, que Alá bendiga a tu padre". Y le dije, "es para ti, ¡Mensajero de Alá! Por Alá, aún no la he desvestido". El Mensajero de Alá la vendió a la gente de La Meca y la entregó como rescate por un número de musulmanes que habían sido prisioneros en La Meca».
Sahih Muslim (1910) Se ha narrado bajo la autoridad de Abu Huraira que el Mensajero de Alá dijo: «Uno que murió pero no peleó en el camino de Alá ni expresó ningún deseo (o determinación) por la yihad murió la muerte de un hipócrita». Abdullah ibn Mubarak dijo: «Creemos que el jadiz pertenece al tiempo del Mensajero de Alá».
Sunan Abu Dawud
Sunan Abu Dawud (142) Narrado por Laqit ibn Sabirah: «Yo era el líder de la delegación de Banu al-Muntafiq o (el narrador duda) era miembro de la delegación de Banu al-Muntafiq que fue al Mensajero de Alá. Cuando alcanzamos al profeta, no le encontramos en su casa. Allí encontramos a Aisha, Madre de los Creyentes. Ella ordenó que se nos preparase un plato llamado Khazirah. Entonces fue preparado. Se nos ofreció una bandeja de dátiles. Entonces vino el Mensajero de Alá. Preguntó, "¿Se os ha servido u ofrecido algo?" Respondimos, "Sí, Mensajero de Alá". Cuando estábamos sentados en la compañía del Mensajero de Alá de repente vimos que un pastor estaba conduciendo un rebaño de ovejas a su redil. Tenía con él un cordero recién nacido que estaba llorando. Él (el Profeta) le preguntó, "¿Qué llevaba? Oh (tal y tal)", él respondió, "una oveja paridora". Entonces dijo, "mata para nosotros a un cabrito en su lugar, no pienses que la estamos matando por ti, tenemos cien ovejas y no queremos que su número aumente, cada vez que una oveja paridora nace, matamos a un cabrito en su lugar". Entonces dije (el narrador, Laqit): "Mensajero de Alá, tengo una mujer que tiene algo (malo) en su lengua, es insolente". Él dijo (el Profeta), "entonces divórciate de ella". Le dije, "Mensajero de Alá, tuvo compañía conmigo y tengo hijos de ella". Él dijo, "Entonces pídeselo (que te obedezca). Si hay algo bueno en ella, lo hará; y no pegues a tu mujer como pegas a tu esclava". Le dije, "Mensajero de Alá, cuéntame sobre la ablución". Él dijo "Realiza la ablución en su totalidad y haz que los dedos pasen por la barba y aspira con agua bien menos cuando estés ayunando"».
Sunan Abu Dawud (641) El apóstol de Alá dijo, «Alá no acepta la oración de una mujer que ha llegado a la pubertad a no ser que lleve el velo».
Sunan Abu Dawud (1818) Narrado por Asma' bint Abu Bakr: «Salimos para realizar la hajj junto al Apóstol de Alá. Cuando llegamos a Al-Araj, el Apóstol de Alá se posó y nosotros también nos posamos. Aisha se sentó detrás del Apóstol de Alá y yo me senté junto a mi padre (Abu Bakr). El equipo y los efectos personales de Abu Bakr y los del Apóstol de Alá fueron colocados con el esclavo de Abu Bakr en un camello. Abu Bakr estaba sentado esperado a su llegada. Llegó, pero no tenía ningún camello con él. Preguntó, "¿Dónde está tu camello?" Él respondió, "Lo perdí anoche", y Abu Bakr dijo, "Solo había un camello, incluso eso has perdido". Entonces empezó a pegarle mientras el Apóstol de Alá estaba sonriendo y diciendo "Mira a este hombre que está en el estado sagrado (llevando el ihram), ¿qué está haciendo?" Ibn Abu Rizmah dijo: "El Apóstol de Alá no dijo nada más que las palabras "Mira a ese hombre que está en el estado sagrado (llevando el ihram), ¿qué está haciendo?" Estaba sonriendo cuando pronunció esas palabras».
Sunan Abu Dawud (2146) «Iyas ibn Abdullah ibn Abu Dhubab informó que el Mensajero de Alá dijo: "No golpees a las siervas de Alá". Pero cuando Umar vino al Mensajero de Alá y dijo: "Las mujeres se han envalentonado a sus maridos". Él (el Profeta) dio permiso para golpearlas. Entonces muchas mujeres se acercaron a la familia del Mensajero de Alá quejándose de sus maridos. Así que el Mensajero de Alá dijo: "Muchas mujeres se han acercado a la familia de Mahoma quejándose de sus maridos. No son las mejores entre ustedes"».
Sunan Abu Dawud (2155) Abu Sa'id Al Khudri dijo: «El Apóstol de Alá mandó una expedición militar a Awtas con ocasión de la batalla de Hunain. Se encontraron con el enemigo y lucharon con ellos. Vencieron y los tomaron prisioneros. Algunos de los Compañeros del Apóstol de Alá eran reacios a tener relaciones con las mujeres prisioneras por sus maridos paganos. Así que Alá el Exaltado mandó un verso Coránico, "Y todas las mujeres casadas (están prohibidas) salvo aquellas (prisioneras) que vuestra mano derecha posee (esclavas)". Esto es para decir que son legales para ellos cuando completan su periodo de espera».
Sunan Abu Dawud (2160) Amr ibn Shu'aib con la autoridad de su padre dijo que su abuelo (Abdullah ibn Amr ibn al-'As) informó que el Profeta dijo: «Si uno de ustedes se casa con una mujer o compra un esclavo, debería decir: "Oh Alá, te pido el bien en ella, y en la disposición que Tú le has dado, yo me refugio en Ti de su mal, y en la disposición que le has dado". Cuando compre un camello, debería tomar la parte superior de su joroba y decir el mismo tipo de cosas». Abu Dawud dijo: «Abu Sa'id añadió las siguientes palabras en su versión: "Debería entonces tomar su copete y orar por la bendición en el caso de una mujer o un esclavo"».
Sunan Abu Dawud (4104) Narrado por Aisha: «El apóstol de Alá dijo: "Oh Asma (hija de Abu Bakr) cuando una mujer llegue a la edad de menstruación, no le conviene mostrar las partes de su cuerpo excepto esto y esto", y él señaló a su cara y a sus manos».
Sunan Abu Dawud (4361) «Un hombre ciego tenía una concubina que compró (una esclava con la cual tenía sexo y con la que tuvo hijos) que se extralimitaba con el profeta y lo desacreditaba. Él se lo prohibió pero ella no cesó. Él la castigó pero ella no desistió. Una noche comenzó a calumniar contra el profeta y a extralimitarse. Así que el hombre tomó una daga [o puñal] y se la clavó en el vientre hasta que la mató. Un niño que pasaba entre sus piernas fue salpicado por la sangre. Cuando llegó la mañana el profeta fue informado de ello. Reunió al pueblo y dijo: "Yo llamo por Alá al hombre que lo ha hecho y le llamo por Él mi derecho a que él se levante". Ascendió de entre los cuellos de la gente y temblando se puso de pie. Se sentó ante el Profeta y dijo: "¡Mensajero de Alá! Yo soy su amo; ella se extralimitaba contigo y te desacreditaba. Se lo prohibí, pero no se detuvo, y la castigué, pero no cesó. Tengo dos hijos preciosos como perlas de ella, y ella fue mi concubina. Anoche comenzó a extralimitarse contigo y a desacreditarte. Así que tomé una daga [o puñal] y se la clavé en el vientre hasta que la maté". Entonces el Profeta dijo: "Oh sed testigos de que ninguna represalia será tomada por su sangre [la de ella]"».
Sunan Abu Dawud (4462) El apóstol de Alá dijo, «Quien sea que encuentres haciendo lo que las gentes de Lut hacían [sodomía], mata al que da y al que recibe».