Nadie inicia una guerra contra un rival más fuerte. Hay que percibir debilidad en el rival para atacar. ¿Ha visto el gobierno de Putin debilidad en su adversario? Seguramente sí, pero no en Ucrania, sino tal vez en Occidente. Rusia ha esperado a que Occidente esté débil para atacar. ¿Y de dónde viene esa debilidad occidental? Quizás del cansancio como modelo de civilización. Europa es vieja hoy día más. Las voces que dicen que el líder del mundo occidental, EE.UU., está perdiendo liderazgo mundial, ganado por China, no son pocas. Y sin un líder, sin alguien a quien admirar o seguir, sin alguien que nos proteja, ¿a dónde vamos?
Ayer nos enteramos sorprendidos del arrebato de violencia del ganador del Oscar al mejor actor. ¿Coincidencia en estos tiempos? El cine, el séptimo arte, se merece más respeto en la gala más importante para celebrarlo, gala que es vista por millones de personas. ¿Arrebato casual o síntoma de algo más profundo?
Vivimos tiempos turbulentos. Occidente es un sueño cansado de sí mismo, sueño de unas cuantas décadas, que está perdiendo su brillo. ¿Qué vendrá después? Cualquiera sabe. Esperemos sólo que lo que importa, la paz, la convivencia, los derechos y las libertades, tan dura y lentamente ganados a través de los siglos, se queden con nosotros.