¿Qué te contaré? La realidad, eso que ya sabes. A los optimistas: claro que todos los pesimistas nos autodefinimos como realistas... yo también me he dado cuenta de que las ilusiones en la vida se crean. ¿ Si no por qué será que se escogió esa palabra para ese concepto?
Lo que quiero recordarte es eso que ya sabes, ya que no exista nada que sea ideal, sino nada que se le parezca un poquito, sólo refugios. Refugio en evadirse viendo horas de series o en esa hora de la tarde, en la que el perro que paseas no ponga en duda tus ideas, no te discuta. Qué cómodo, qué triste.
Es que el mejor futbolista es somalí y ni siquiera ha salido nunca en televisión, no lo conoces. Que el político honrado se diera por vencido y que los mejores amantes estén solteros.
Es que te tengan que ir bien las cosas para darte cuenta de que la vida es bella, y que te tenga que ir mal para darte cuenta de que la belleza es mentira.
Es que todos estos pensamientos no acaben con tu vida, no porque se les rebata o desmientan -no se puede- sino por distraerte de ellos.
Desde la atención psicológica, se aprende a relativizar las cosas y lo apoyo como forma de ayuda, pero incluso esta forma de anestesiar es un hacha de doble filo y viene a confirmar lo mismo, porque si relativizamos los problemas, y todo es problema..¿ Hay algo que acaso importe?
Si yo o tú, tenemos momentos en los que estamos bien, no será porque hayamos cambiado de parecer sobre las cosas, si no porque no estaremos pensando en ello.
La vida es la desgracia de que nuestras ilusiones o sueños dependan de lo mundano, de aquello que no podemos controlar.