Para entender las monarquías

Ahora que ha muerto la reina de Inglaterra viendo las televisiones, y los medios en general, no puedes evitar que te caiga bien, es difícil escapar a la corriente emocional afectiva que fluye inundado los sentimientos de las masas. Cuando todos o casi todos los medios reman en una misma dirección el resultado en las conciencias de la mayoría de la población es imparable, así se consigue el consenso social mayoritario que asegura la gobernabilidad de cualquier país.

No se utilizan razones sino que se manipulan sentimientos y se crean modelos positivos a seguir, gente llorando por una reina, o gente jubilosa por una victoria deportiva, o gente indignada por la subida del precio de la luz. Ahora se aprovecha para crear una corriente de emociones favorables a la monarquía.

Y sin embargo hay una imagen muy gráfica, y con un significado emocional muy explicito, de lo que son los reyes y las reinas, es que siempre están tras una linea de policía que los protege de ti, nunca la policía te protege a ti de ellos, y presentarse siempre en relación al pueblo rodeados de una fuerza armada es siempre una amenaza implícita para el pueblo que paradógicamente los aclama y vitorea.

Personalmente solo una vez he estado relativamente cerca de una testa coronada, una mañana de invierno de 1975 en que subía en autobús por la Diagonal de Barcelona con dirección a Zona Universitaria, normalmente a la entrada de la zona de facultades había siempre dos jeeps y un autobús lleno de antidisturbios por lo que pudiera pasar, pero este día la presencia policial era muy exagerada, recuerdo que hasta había francotiradores con fusiles en algunas azoteas. Cuando llegue a clase pregunté a los compañeros que es lo que estaba pasando y me contestaron que Juan Carlos de Borbón venía de visita a Barcelona. Por mucho que se esfuercen en hacer creer que el rey fue el trajo la democracia a España, lo cierto es que el susodicho era una importante figura del estado franquista que se protegía con un ejercito de grises para pasar cerca de unos estudiantes sin que pasara nada, solo por lo que pudiera pasar, solo por si acaso.