El egoísmo en tiempos de COVID-19

No con cierta sorpresa somos testigos de un sálvese quién pueda.

Alemania acusa a EE.UU de piratería moderna, Alemania bloqueó las exportaciones de material sanitario a España, Italia pero también a Suiza. La República Checa, hizo lo mismo. ¿Francia? - También.

¿Qué es lo que ocurre? - ¿Por qué los países reaccionan de esta manera?. La respuesta es obvia. Proteger a los míos. ¡Primero yo, luego tú!

Predomina ese gen egoísta que introdujo Richard Darwkins. Predomina ese impulso en búsqueda de una necesidad básica que encontramos en el fondo de la pirámide de Maslow. Predominan estructuras humanas.

Sinceramente y desde mi punto de vista no puedo culpar a los políticos de reaccionar de esta manera. Son humanos y si me permitís preguntar, ¿qué haríais vosotros en su lugar?......

o mejor, ¿qué hemos hecho nosotros? - Comprar, comprar y comprar hasta vaciar los supermercados. Un ejemplo más de ese proceso natural y humano llamado egoísmo.

Y es normal, es una situación que desde los tiempos de guerra no hemos vivido, una situación que pone en su sitio a cada uno. Una fase que remarca que nuestras estructuras globales económicas y de mercado son frágiles.

Mi énfasis y motivo en escribir esta reflexión es hay que entender los procesos psicológicos del ser humano, para así crear mecanismos para controlar un impulso y reconvertirlo en algo positivo. Hay que educar a las personas para que entiendan que el egoísmo puede ser a la vez altruismo.

Si tú estas bien, entonces yo estaré bien.

Y en cierto modo, aunque se hable menos, la sociedad es algo solidaria. Sin embargo, yo no estoy libre de disonancias ya que ahora escribo poniendo el foco en un asunto negativo, que no es más que otro proceso psicológico que hay que entender.