El lenguaje práctico tiende a evolucionar para hacerse aun más práctico y económico. Ejemplo de ello son los emoticonos para darle una emocionalidad a las frases (evitar malintepretar que algo se diga a malas, por ejemplo), el andaluz (conocido es que su fonía permite al hablante emitir más palabras por unidad de tiempo), la palabra "desde" (proveniente de "des de" y a su vez de "de ex de", y puede que en un futuro surja "desdel", que ya se hace fonéticamente) o la omisión de la apertura interrogativa. Me he fijado en el tremendo uso práctico, que yo mismo también he adoptado, del doble punto suspensivo en vez del triple. Entiendo por qué, en tanto que no hay ninguna regla ortográfica reservada a los dos puntos suspensivos y por lo tanto salva una posible ambigüedad y economiza el lenguaje. Supongo que, en un futuro, podría darse la normalización ortográfica del doble punto suspensivo sobre el triple.