Me gustaría empezar dejando claro que estoy completamente de acuerdo con que hay un problema de brecha de género en el acceso al trabajo y en los sueldos, y por tanto que hay que tomar medidas efectivas para atajarlo. Sin embargo, yo personalmente creo que la discriminación positiva no es la opción correcta para afrontar esta situación y que a medio plazo puede ser incluso contraproducente, aunque de primera los números parezcan mejorar.
Llevo muchos años oyendo hablar de esta medida, y entiendo su virtud, que es conseguir que el número de mujeres presentes en puestos de trabajo concreto, particularmente de responsabilidad, sea más alto. La idea es romper el sistema que desde siempre ha facilitado el acceso a hombres. Como estos ocupan la mayor parte de los altos cargos, se dice que tienen a seleccionar a hombres más fácilmente. Antes yo estaba a favor, parece una medida efectiva para igualar números decir que a igualdad de condiciones una mujer debe ser seleccionada, o que como debe haber un cupo cercano al 50% de paridad hay que seleccionar a una mujer en algunos casos sin importar los candidatos masculinos.
Si embargo, con los años y mucha reflexión ahora considero que esta no es la medida correcta.
En primer lugar, intentar atajar una medida de desigualdad aplicando una discriminación (positiva para las mujeres, pero negativa para los hombres) suena incoherente. Me recuerda a la disyuntiva moral de si el fin justifica los medios. Yo siempre he creído que no, hay que intentar alcanzar el fin (igualdad) siguiendo las normas morales. Discriminar no es moral.
En segundo lugar, no soluciona el problema de base, si no que intenta dar una solución rápida al problema inmediato, los números. Pero lo ideal sería que fuera lo normal que las mujeres tuvieran las mismas oportunidades que los hombres. Para eso hay que empezar desde abajo, cambiando la educación. Yo creo que eso se está consiguiendo, poco a poco. No es un proceso relámpago, pero en últimos 10-20 años creo que se ha avanzado un montón. Y aunque eso suene a mucho tiempo no lo es, no es ni una generación. Cada vez es más normal que haya mujeres en cualquier puesto, de directivas, de jefas… incluso de presidentas en varios países. Que quedan muchas cosas por hacer, cierto, pero que estamos en camino, también. Por eso no creo que medidas rápidas sean la solución.
En tercer lugar, creo que puede estar creando un sentimiento de injusticia en hombres, lo cual puede desatar (o prolongar) una guerra entre sexos que es perjudicial. Pensadlo, si a igualdad de condiciones o incluso siendo uno mejor candidato/a, le dieran un puesto de trabajo o un ascenso a otro candidato/a simplemente por el sexo, ¿no os fastidiaría mucho? De hecho, ¿no es ese el problema inicial? ¿Vamos simplemente a darle la vuelta?
Existen otras medidas que se pueden tomar para mejorar la situación. No es que no haya que hacer nada y dejar que la cosa se solucione sola con una mejor educación y años. Por ejemplo, el currículo ciego siempre me ha parecido una muy buena opción. Si nadie sabe el sexo del candidato/a, entonces no puede haber discriminación. Un plus, puede ayudar a eliminar otras discriminaciones, como de raza. Esto, claro, es solo posible en la parte no presencial del proceso. Otra medida muy importante, que ya se ha tomado, es equiparar las bajas de maternidad-paternidad, pero reducir el peligro de discriminación por ese tema. Seguro que hay muchas más que no conozco, os animo a informarme y discutir en los comentarios.
Y por último, decir que si las cosas fueran completamente justas, tampoco habría paridad absoluta en todos los campos. No hay que olvidar que hombres y mujeres no somos iguales (y eso es bueno), por tanto hay campos que en general les interesan más a unos que a otros e incluso que se les dan mejor a unos que a otros. Lo importante es asegurase de que no haya discriminación para seleccionar, pero forzar un 50% de cada sexo no tiene sentido en algunos casos.
Esta es mi opinión. No soy un experto, ni tengo ninguna responsabilidad en este ámbito, así que la única intención es abrir un debate constructivo.