Acabando de tener otro episodio de esos, de impotencia y tristeza acerca de cómo me afecta el país a mí, hago una llamada desesperada a la positividad, pero solo me quedo con la comida.
Por supuesto, también me viene a la mente el tópico: el clima, pero no sé si será por eso de que se desea lo que no se tiene, pero me encantaría vivir en algún lugar húmedo, donde pueda disfrutar de lo renovador y relajante que me parece la lluvia.
Pienso también en el deporte, pero a nivel personal, ya me dirán en qué afecta en mi vida que dispongamos de buenos deportistas profesionales.
Todo lo demás, es un losa encima de uno, que transmite una gran impotencia, pues precisamente una de las razones por las que pesa tanto y que lleva al desánimo es que no se puede hacer nada por deshacerse de ella.
Lo práctico, lo que afecta a las personas:
Unos trabajos precarios, en los que además, tienes que decir gracias.
Será por lo mismo, un personal sanitario -lean mi artículo sobre los médicos- que en general no es competente.
Una juventud que tiene un futuro negrísimo.
Una sociedad que no existe como tal, sino que es un conjunto de individuos. La permisividad que hay en este país es tremenda. No de puede explicar de otra manera el tema de la electricidad, que no siendo ni de lejos el país mas rico de Europa, tengamos la tarifa más cara. No diré que me dé vergüenza porque ya llevo un rato por aquí, pero este detallito de la "la luz" RESULTA DELATADOR de lo que somos nosotros, los españoles.
Para añadir más impotencia, pensar en que para solucionar ese mismo tema, se podría recurrir a la política, pero recuerdas que TEATRO está hecha está. Cero vocación, total partidismo.
Las instituciones están corruptas y no vean si -al menos en mi caso- he visto y escuchado cosas raras sobre el profesorado de la universidad.
El país de la envidia, en la que deseamos por favor que no le vaya tan bien a X persona, para poder así sosegarnos con nuestra propias miserias.
El cansancio de siempre lo mismo, de no poder ver ningún canal de TV que no resulte descaradamente subjetivo.
Cómo si fueran los nuevos bebés, los móviles son el centro de atención social.
NO HAY CAUSAS POR LAS QUE LUCHAR. Cada uno va a lo suyo.
...y pensar que estamos en la parte buena del mundo, no somos Suizay estamos dándonos el lujo de permitirnos una permisividad que no se corresponde con nuestra calidad de vida.