Guerra en directo. Desinformación y propaganda. Incertidumbre e incredulidad.
¿Está pasando, de verdad?
Asistíamos atónitos a lo que veíamos en nuestras pantallas seis días antes. Casi una semana después, - u ocho años después, que diría la propaganda mediática de Russia Today si aún se pudiese ver en nuestra juridiscción europea (aquí debería de añadir que como siempre, poner puertas al campo es harto inútil, cualquiera puede saltarse ese veto con una simple VPN), vemos una guerra que, ahora si, nos atañe.
Esta guerra comporta serios retos a la hora de informar. A la hora de tener una visión real del conflicto, y a la hora de ponerse del lado de alguién. Este conflicto va a cambiar totalmente la manera que el mundo occidental se ha configurado durante los últimos treinta años. Las fronteras interiores, el como se va a ver a Ucrania a partir de ahora, si con una óptica europeista o con la pátina paternalista del bloque euro. ¿Es esta guerra motivo suficiente para admitir a Ucrania en la UE, mientras Serbia, Turquia y otros más llevan décadas intentando ser uno más en esta fiesta privada de la que UK se fué antes de tiempo? Aún más allá, ¿cuánto sabemos de este conflicto? ¿Qué hace Rusia invadiendo Ucrania? ¿Y qué hace la UE armando a un país en guerra, por primera vez en la historia de la unión?
No son refugiados iraquis o sirios. Estos no son los típicos refugiados que estamos acostumbrados a ver desde nuestra atalaya occidental, y que hemos sido enseñados a obviar a la hora de la comida. Esta guerra nos toca de cerca. Es más fácil - y más hipócrita también -, empátizar con quienes se parecen más a nosotros. Son, a día de hoy, más de 400k desplazados. Es interesante el caso de Polonia. Aceptar niñas y niños rubitos y a sus madres, claro. Aceptar desplazados de oriente medio, por supuesto que no. Siguen habiendo clases de refugiados, y con este tipo de razonamiento, podemos extrapolar que la vida de los habitantes del Oriente Medio no valen tanto como los que vienen de Ucrania para la sociedad polaca. No me malinterpreten, es un drama humanitario, en las dos situaciones. No me quejo de que Polonia ayude a Ucrania, me quejo de que el color de piel sigue, a día de hoy, siendo un componente extramadente importante a la hora de ayudar para ciertos actores políticos.
Por supuesto, es demasiado pronto para comprender todas las claves en este conflicto. Está claro que a simple vista podemos entender que los recursos naturales, la neutralidad de Ucrania entendida como la separación requerida por Rusia entre el bloque ruso y la OTAN, los constantes embates por ambas partes durante estos últimos años en Crimea, Donestk y Lugansk, y la visión megalomana de un sempiterno dictador llamado Putín, han llevado la situación hasta estos tristes derroteros. Aunque conviene no olvidarse de la glorificación en diversas esferas, desde Lituania hasta Ucrania, de los colaboracionistas nazis, o de como la UE y la OTAN no han respetado Minsk II en los últimos treinta años. No estoy para nada excusando a Rusia, ni mucho menos. Rusia ha despreciado a la diplomacia, y ha amenazado a Europa con pulsar el botón núclear. No sé que se esperaba Moscú, sinceramente.
Con todo, este conflicto armado que deja a cada día que pasa centenares de muertos en ciudades que se parecen sospechosamente a las nuestras, nos pone en alerta. Europa occidental es ese pequeño oasis de vida, donde se puede cruzar libremente desde Cádiz hasta Varsovia. ¿Que será de la UE después de que esta masacre se de por terminada? Serán la UE y la ONU suficientemente valientes como para dejar de armar cíviles con Stingers, armas automáticas, carros de combate y demás, y enviar a sus soldados a combatir en el frente oriental, dejando las medias tintas a un lado? Porque si alguna lección hemos aprendido con los años, y con la experiencia en Medio Oriente, como en Chechenia, es que nada malo puede salir de armar cíviles. ¿Que pasará con ese armamento cuando el ejército ruso abandone o acabe la ofensiva?
Seguro que me caen unos cuantos negativos, pero como decía la niña esa que entrevistaron a la vuelta al cole cuando el covid - ¿os acordaís, que seguimos en medio de una pandemia mundial? - "es mejor eso que morirse".
No a la guerra. не на війну. не на войну.