Hoy se celebra el Día Mundial contra la Pena de Muerte y con él, el 40 aniversario desde la Declaración de Estocolmo, el primer manifiesto abolicionista internacional sobre la pena de muerte promovido por Amnistía Internacional en el que pedían a todos los gobiernos abolir esta pena:
"Cuando el Estado utiliza su poder para poner fin a la vida de un ser humano, es probable que ningún otro derecho sea inviolable. El Estado no puede dar la vida y no debe atreverse a quitarla.”
La pena de muerte es un tema controvertido que siempre genera un amplio debate. No quiero generar polémica con esto y cada uno es libre de posicionarse a favor o en contra pero la primera de las preguntas que debemos hacernos es si realmente este tipo de castigo consigue reducir la delincuencia.
A lo largo del tiempo han existido innumerables formas de acabar con la vida de los presos: decapitación, horca, lapidación, fusilamiento, garrote vil, silla eléctrica... Existen muchos más y podría aumentar esta lista pero me ahorraré el trabajo de enumerarlos todos y cada uno de ellos. Quiero centrarme en el método "más moderno" para llevar a cabo la pena de muerte, la inyección letal. Se aprobó por primera vez en Oklahoma y Texas en 1977 y la primera inyección letal fue suministrada el 7 de diciembre de 1982 a Charles Brooks.
¿Qué es exactamente la inyección letal?
Os dejo este gráfico que he sacado del blog de Marian Tristan que lo explica cómo actúa la inyección letal.
Se trata de una combinación de tiopentato de sodio, más conocido como suero de la verdad, bromuro de pancuronio y cloruro de potasio. Esta combinación que se inyecta de forma intravenosa provoca la muerte: la primera inyección hace que el preso pierda el conocimiento, la segunda es un relajante muscular que hace que deje de respirar y la última produce un paro cardíaco. ¿Se trata de una muerte indolora? En teoría sí pero la práctica parece que es otra cosa. Han salido a la luz casos en los reos han estado agonizando durante horas, como ha sido el caso de Joseph Rudolf, Clayton Locket o Romell Broom que sufrió 18 pinchazos antes de que la ejecución fuese suspendida.
La Unión Europea ha cortado el grifo para suministrar estos componentes químicos ya que no quieren que acaben siendo usados para este tipo de fines, lo que ha llevado a muchos estados a experimentar con otros productos y combinaciones.
"Las instituciones penitenciarias han rechazado la opción de ejecutar prisioneros con una sola inyección masiva de un barbitúrico, aunque eso causaría una muerte sin dolor, porque tal método forzaría a verdugos y testigos a esperar 30 minutos más a que el corazón del prisionero dejara de batir" Human Rigths Watch: Negligencia en el empleo de inyecciones letales
Gráfico de la pena de muerte en 2016
En 2016 ha habido 1.032 ejecuciones en el mundo, un 37% menos que en 2015. Por primera vez desde 2006, Estados Unidos no figura entre los cinco países con más ejecuciones del mundo. Amnistía Internacional sospecha que los datos ofrecidos por China no son transparentes y que hay miles de ejecuciones que no constan,Llega el momento de reflexionar, ¿podemos pensar que en un corto periodo de tiempo veremos un gráfico distinto en el que la pena de muerte haya sido abolida?