- Me atrajo por su variedad de temas y por la calidad de sus comentarios. No recordaba nada parecido en internet (tampoco es que sea un heavy user).
- Enseguida vi que los más usuarios más veteranos se conocían bien y se mentaban entre ellos (para bien o para mal) con frecuencia. Vi un sentimiento real de comunidad y me impresionó en un mundillo tan difuso y cambiante como internet.
- Me parece un página difícil para manejarse. Me ha costado estar familiarizado con algunas de sus opciones y otras aún las sigo desconociendo (tampoco me he roto la cabeza, en realidad).
- Los comentarios de casi todas las noticias acaban siendo un debate sobre feminismo/machismo. Algunas no pegan ni con cola con esa dialéctica. Alucinante. Pronto aprendí también que el emoji del calzador es el rey indiscutible de Menéame.
- Un día quise hacer el trol metiéndome con un usuario un poco a lo bestia sin venir a cuento. A ver qué pasaba. Me cayó la de Dios y con razón. Me encantó esa respuesta de la comunidad.
- Aún sigo asombrado por la calidad de muchos comentarios y al mismo tiempo por lo quisquillosérrima que es mucha gente. Es un equilibrio precario y fascinante.
- Creo que no entiendo nada de lo que pasa en realidad. Por qué oscuros motivos se tira una noticia, si es verdad que hay tanto bot, o tanta manipulación deliberada detrás de tantos comentarios. Me siento un puto ignorante al respeto y me sorprende que tanta gente diga saber tanto sobre el asunto. No sé si estoy rodeado de listos o de listillos.
- En fin, eso es todo en líneas generales. Tengo intención de seguir en Menéame porque disfruto bastante con la página. Ojalá los debates alcancen los picos de calidad que se ven de vez en cuando y quede arrinconado lo pendenciero, lo chabacano. Es mi humilde deseo de novato, pero ya cumpleañero.