Cuando la matanza de Deir Yassin se cruzó en la vida de Hind al-Husseini

9 de Abril de 1948.

Los grupos terroristas sionistas Irgún y Lehi atacan el pueblo de Deir Yassin, un pueblo palestino cercano a Jerusalén. Mataron a unos 140 de los pobladores de los 600 que tenía, incluyendo a varios a los que capturaron para pasearlos como trofeos por las calles de Jerusalén para, posteriormente, devolverlos al pueblo y fusilarlos. Durante el ataque, entraron casa por casa, matando a todos sus ocupantes, incluidos mujeres y niños. En algunos casos, los padres escondieron a los niños, que fueron encontrados posteriormente por los terroristas sionistas. El resto de la población huyó aterrorizada.

Un dato que llama la atención es que hubo casi el triple de muertos que de heridos, algo no habitual en un enfrentamiento armado, la proporción suele ser la inversa, y que habla de la voluntad sistemática de los terroristas de matar a todos los que pudieran. Dos tercios de las víctimas fueron mujeres, niños y ancianos.

La acción pretendía, según palabras del propio líder del Irgún, Menachem Beguin (posteriormente sería Primer Ministro de Israel, igual que el lider de Lehi, Isaac Shamir) precisamente eso: crear el terror no sólo en ese pueblo concreto, sino infundirlo en los corazones de los palestinos, y que las noticias de las atrocidades cometidas en Deir Yassin los predispusieran a dejar sus casas incluso antes de que los sionistas los echaran, que éstos tuvieran que hacer el mínimo esfuerzo. Por cierto, no sería la última masacre contra población palestina.

Uno de los resultados de la matanza fue que 55 niños y niñas de entre 2 y 12 años quedaron huérfanos de padre y madre. Los terroristas los subieron a un camión y los abandonaron a su suerte en la Puerta de Jaffa de Jerusalén, sin comida, sin sitio al que ir (hay reportes de que algunos de esos niños fueron torturados e incluso abusados sexualmente).

Es ahí donde la matanza se cruza con Hind al-Husseini, una mujer palestina de 31 años, de familia pudiente (tanto su padre como sus hermanos fueron alcaldes de Jerusalén): se encontró a los niños donde los terroristas los habían abandonado, y les dijo que se fueran a sus casas, que era una zona peligrosa. Cuando al poco tiempo volvió a pasar por el sitio: los niños seguían allí. Al preguntar el porqué, uno de los niños le explicó lo que había pasado, lo que habían pasado.

Horrorizada, los llevó a una sociedad femenina de ayuda social que dirigía, Sociedad de Iniciativas de Trabajo Social, en Jerusalén, que alquiló dos habitaciones para albergar a los niños en la propia ciudad, zona de conflicto en los enfrentamientos entre sionistas y palestinos, es decir, un sitio peligroso, a pesar de lo cual los visitaba cada día para acompañarlos y alimentarlos. La monja responsable del convento de Sahyun la convenció para que trasladase a los niños a él: un par de días después del traslado, el edificio en el que estaban las habitaciones fue bombardeado.

Poco después, Hind al-Husseini trasladó a los niños a la casa en la que nació, una mansión construida por su padre, casa que sirvió como orfanato improvisado y que, pocos años después, en 1954, convirtió en un orfanato oficial, Dar al-Tifl al-Arabi, la Casa de los Niños Árabes, que aceptó niños huérfanos supervivientes de diferentes procedencias, incluso judíos.

Al orfanato se fueron añadiendo una guardería, inicialmente, y un colegio de educación primaria. En 1967, antes de la Guerra de los Seis Días, las tasas de los 40 niños de familias pudientes que acudían a él servían para pagar la manutención de 120 huérfanos. Hind al-Husseini crearía también una fundación para poder financiar el orfanato y las clases.

Durante esa guerra, los israelíes bombardearon el orfanato, reconvertido en hospital, destruyéndolo por completo. La Cruz Roja Noruega ayudaría a reconstruirlo. Después de eso, la institución se convirtió en una escuela sólo para niñas (además de orfanato).

La institución que creó todavía permanece hoy en día, es muy considerada por ofrecer formación de calidad, por luchar contra el analfabetismo y por favorecer e impulsar la educación en niñas y mujeres.

Hind al-Husseini fallecería en 1994.

Existe una película biográfica que narra estos hechos, llamada "Miral", de 2010.

Fuentes: