Los estudiosos, sabrán que en el universo hay dos fuerzas que se contraponen para coordinarse a través de atracción, tensión y reacción... en los estados bajos de consciencia estas fuerzas son ineludibles y forman parte de la identidad de genero.
Para que un sistema sea creador, el balance de fuerzas de un sistema ha de mantener una tensión constructiva, ninguna fuerza ha de vencer a las demás, ninguna fuerza ha de verse sometida, muchos identifican un tercer elemento en la unión de ambas fuerzas que da como resultado lo construido.
Nunca hay una única solución para un sistema de fuerzas, y el balance termina dándose para que el sistema pueda existir, lo que me pregunto es, cual seria la correcta contrafuerza que como hombre he de generar ante la evidencia de una fuerza contraria a la mía, que ni me entiende ni tiene capacidad de hacerlo en estados básicos de conciencia, esta claro que la solución pasa por elevar el estado de conciencia del conjunto, del conjunto de fuerzas hombre-mujer.
Para elevar el estado de consciencia es fundamental el poder garantizar la independencia de los elementos del conjunto, de esta manera conseguimos alejar los miedos de los elementos y por tanto que los elementos puedan dedicar mas energía al aumento del conocimiento y menos a contrarrestar el miedo por sobrevivir. (punto para el feminismo actual), pero no solo es importante la independencia económica, si no también es importante la independencia emocional, elevando el sentir humano a la vez que reduces el apego humano.
Llegados a este punto y con ganas de concretar de forma eficaz, cuando tienes una fuerza ajena a ti que te empuja con intenciones de sacarte del tablero no creo que sea inteligente despreciarla, ni empujar mas fuerte, creo que es mas importante emitir hacia otro estado de consciencia y elevar al conjunto.
Si las mujeres están gritando como se sienten, lo cual me parece licito, los hombres no deberíamos ni despreciar lo que sienten ridiculizándolo, ni aceptar lo que sienten anulandonos... deberíamos gritar en el mismo tono y volumen lo que sentimos.
Pues, parece ser que el terreno del sentir es su terreno, y llega el momento evolutivo humano de buscar en nuestro interior y desarrollar la estructura comunicativa suficiente (si, la comunicación también es su terreno) para dejar indicado que es lo que nos hace mal, pues es la única manera de contrarrestar positivamente una fuerza contraria a nosotros que difícilmente nos va a entender, pero contra el que es vital generar un contexto común de entendimiento.
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Hasta el momento evolutivo actual, el balance de fuerzas se solucionaba gracias a que los hombres abusaban por su capacidad innata de sobrevivir en la Naturaleza imponiendo determinados parámetros de fuerza, y ellas abusaban por su capacidad innata de control emocional y verbal, manipulación.
Dominada la naturaleza, el vector de fuerza femenino crece (la palabra y la emoción), por lo que nos toca, empezar a hablar su idioma emocional, para equilibrar las fuerzas de la estructura, y eso implica un incremento de la consciencia, ellas solo podrán evolucionar si nosotros evolucionamos en su terreno y así seguimos construyendo en base a la obtención de mas consciencia, si no contrarrestamos su fuerza, el sistema queda desbalanceado.
La dificultad para nosotros es el primer paso, en el lenguaje de la emoción, la lógica que ayuda a combatir a la Naturaleza queda en segundo plano, y es vital comprender el valor de ambos lenguajes por ambas partes, pese a que nos cueste.
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