Me informa lo poco que va quedando de mi vieja red de noticias que, en las autopistas europeas, también en las españolas, empiezan a quedarse varados algunos conductores de la Europa del Este, sin posibilidad de llenar sus tanques de combustible y sin posibilidad de comprar comida.
La razón, sobre todo en el caso de rusos y ucranianos, es la anulación de sus tarjetas de crédito. Insisto que también les pasa a los ucranianos pues muchaas empresas de transporte operaban con tarjetas rusas. También es común que esto sucede con camiones y conductores de Estonia, Letonia, Lituania y Bielorrusia.
Sus empresas están mayoritariamente haciendo lo posible por resolver el problema, pero mientras tanto y no, esta gente tiene que comer.
Si encontramos algún camionero de estas nacionalidades en una gasolinera, no estaría de más preguntarle si se le puede ayudar. Una Cocacola y un bocata son, en estos momentos, más que suficiente.
Y no: si no se lo ofreces no te lo van a pedir. Cosas de cada cultura...
Como me lo transmitieron, lo transmito.