Sí, yo soy el único que ve porno. Soy un degenerado hijo de puta, pero eh, mantengo yo solo una industria billonaria con múltiples ramificaciones. Lo veo solo un rato de vez en cuando, y no me gusta mucho, pero con ello doy trabajo a millones de personas en todo el mundo. Y me duermo antes.
La gran pregunta es si el instinto de violar es aprendido. Ciertas personitas muy especiales a las que todos queremos, y que ahora tienen trabajo, dicen que sí. Yo creo que no, y que el porno lo demuestra. La violación es un acto abyecto solo concebible para personas enfermas, esto es, violadores.
Aguantad conmigo un poco. El porno actual es bastante científico. En décadas anteriores el cine guarro se basaba en la intuición del director o productor. Ahora tenemos datos, grandes datos, sobre lo que le gusta ver a la gente cuando nadie ve. Qué cosas buscan, y con qué hacen click. Y lo que más buscan estos cerdos, es lo que más se graba luego, no hay vuelta de hoja.
Y lo que yo veo, es que esa panda de hijos de puta degenerados que somos los hombres, parecemos necesitar que la mujer esté excitada para excitarnos. Aún en vídeos en los que parece muy improbable que la actriz esté realmente excitada, siempre está desbordádamente cachoda. Porque eso es lo que nos pone, que la tía esté cachonda. Que esté disfrutando. Menuda cultura de violación de pacotilla.
Es cierto que debe de haber vídeos rebuscando horribles, pero son una minoría. Sentir excitación sexual cuando una mujer esté llorando, chillando, o pataleando, no es normal. Es de degenerados. Es de violadores.