Ah, pobre Ulises, avistando Ítaca tras haber pasado mil y una aventuras, entre ellas la de haber caído en las manos (y cama) de Circe... ¿Cómo le dices a Penélope que el viaje se te ha complicado y a tu gente que igual ya no tienes ganas de llegar, que estás más a gusto en el viaje que en casa? Supongo que así andan los prebostes de la república de la piruleta. No pueden decirle a la tripulación que no van a llegar a casa, que les esperan mil y un problemas, que están mejor así, con un enfrentamiento permanente, con un continuo "ellos contra nosotros", sin tener que hacer más que jalear a la tripulación. Cuanto más tarda Ítaca en aparecer en el horizonte, más se cabrea el personal, cuanto más comprueban los hiperventilados que en el GPS parece retroceder en vez de avanzar, más complicada es la posición de Ulises. El delicado equilibrio y las diferencias de los intereses de las distintas facciones de la tripulación ha hecho que el discurso único tenga más agujeros que un queso de Gruyere. Porque algunos que se lo creían de todo corazón han empezado a ver que fuera de su circulo hiperconvencido e hipermotivado las cosas no pintan bien. Sin apoyos externos, con zascas continuos en las declaraciones fuera de TV3 (veanse las entrevistas en gabacho de puchipuchi en la televisión belga, todas sin el final feliz de los masajes de TV3), ya solo queda la manida estrategia de aprovechar la completa incompetencia del gobierno central y amortizar ante sus huestes cada desliz. Y ahora la guardia pretoriana va y reparte de lo lindo a sus feligreses ¡y pretenden negar la evidencia! Si es que son geniales, hacen exactamente igual que los otros: son unos chorizos, mentirosos, y en definitiva, una manada de hijos de puta, pero claro son sus hijos de puta, sus chorizos, sus mentirosos. Y para confirmar las sospechas, a la guardia pretoriana nadie le agradecerá su labor de repartir leña entre los CDR para protegerles en su guarida.
Porque si el brexit es un completo despropósito, improvisado, falaz, que se ha ganado apelando a un imperio que ya no existe, con un racismo de fondo exasperante, que provoca al Reino Unido unas pérdidas semanales de 560M de euretes, con unas perspectivas negras a 40 años post Brexit, con fuga masiva de talentos, empresas capitales y un mercado inmobiliario a la baja (hasta esto han capitalizado como una ventaja, precisamente en UK donde ven con buenos ojos la revalorización del Real State), en comparación con las huestes de Kim Txorras y sus socios de gobierno puede parecer a este espectador impasible que Theresa May tenga todo resuelto con precisión subatómica. Si algo tienen en común el proceso del Brexit y los indepes es que no tienen nada pensado, ni tienen muchos planes, pero siguen bien financiados, con una base motivada, pero que empieza a hacer demasiadas preguntas. En el caso del desertor de Waterloo, casi puede contar con que los CDR están en rebelión. Ahora supongo que no veremos partes médicos de lesionados por los mossos de esquadra ni investigaciones en profundidad al cuerpo policial experto en dejar tuerto al personal. Veremos como les convencen de que no son el mismo perro con un collar con estelada, pero seguro que el indepe de pro acabará tragando con lo que le echen, porque "així fem païs".
Hoy, al igual que ayer, al igual que hace un año la tozuda realidad dice que hay un parlamento autonómico paralizado, carreteras que se resquebrajan, recortes en sanidad que superan cualquier media del resto del estado, barracones para las escuelas, pero un presupuesto ilimitado para viajecitos para ver a puchimón, para pagar fianzas de políticos presos, pagar los gastos de la vida disipada de los que voluntariamente cogieron camino, banderitas, lacitos y propaganda institucional. Y hasta esto se les está quedando corto.
La alternativa a medio plazo será seguramente convocar elecciones, que vuelvan a ganar por minoría los falangitos o el señor ese que le regalan masters, y sigamos en un escenario belga donde nadie tiene mayoría para gobernar, que es lo mejor que puede pasar en un país dirigido por incompetentes: que unas instituciones resilientes sean capaces de gobernar con tecnócratas a base de prolongar presupuestos.
Pobre Ulises, quizá pueda presentarse a alcalde por el N-VA en Bruselas cuando los suyos le corten la financiación. Ya puede ir aprendiendo flamenco, y aprendiendo a apreciar los mejillones con patatas fritas, que estos son muy de sus cosas: hablar gabacho en Flandes está como que bastante feo.