Alguna de las primeras dudas que me surgieron al recibir el primer sueldo fueron ¿cuánto debo ahorrar?, ¿cómo puedo ahorrar?. El sistema educativo español no enseña cultura financiera y los jóvenes salimos de la Universidad sin saber ni cómo, ni dónde, ni en qué invertir nuestro dinero.
Con esta falta de educación, la inversión queda reducida al pequeño porcentaje de la población que investiga por interés propio qué hacer con ese primer sueldo que ha conseguido.
Dependiendo de las opciones de vivir con nuestros padres o en otra comunidad autónoma, el primer gasto importante en el que se piensa es en la vivienda. Con el eterno debate sobre si es mejor comprar o alquilar, según una macroencuesta del Ayuntamiento de Madrid nos encontramos con un gasto medio de 700€ destinado al alquiler y 588€ en el caso de hipoteca.
Con un sueldo promedio de 1350€ para los jóvenes de entre 18 y 35 años, nos encontramos con un porcentaje de gasto en la vivienda de entre el 44% y el 52% para los madrileños.
Además, la encuesta del BBVA sobre las pensiones y los hábitos de ahorro en España, nos muestra que un 47% de jóvenes entre 18 y 35 años que consigue ahorrar una media de 213,5€ y 297,5€ para el caso de jóvenes de entre 26 y 35 años.
Estos números suponen un ahorro de 300€ en el mejor de los escenarios. Sigo leyendo y me encuentro con un artículo que explica que, con tal cantidad destinada al ahorro, estamos hablando de un acumulado de 272.000€ al llegar a los 65 años, asumiendo una tasa media anual de rentabilidad de nuestro dinero del 4%.
Uno puede llegar a pensar que no está mal esa cantidad como complemento a la jubilación. Así que te puedes poner contento y decidir invertir esos 300€ mensuales para llegar con un buen colchón a la edad adulta. Pero hay un problema cuando te pones a buscar, ¿dónde me dan ese 4%?
Así que te pones a buscar los posibles sitios para invertir tu dinero, y como en España no tenemos un perfil muy arriesgado, empiezas por depósitos y cuentas corrientes, y la realidad te echa un buen jarro de agua fría encima. Nos encontramos con una media de rentabilidad del 0.037% para depósitos y del 0.038% para cuentas corrientes.
Entonces piensas que por lo menos tendrás ahorrado tu dinero, aunque no ganes nada. Hasta que te da por pensar en la inflación. Buscas en google y ves inflaciones de entre el 1% y el 3%. Así que tu dinero cada año vale menos…necesitas una rentabilidad superior a la inflación para mantener tu poder adquisitivo a pesar de las políticas expansivas llevadas a cabo por los Bancos Centrales.
Uno empieza a preguntarse si realmente este sistema es justo o es que me están estafando. Pero con el mosqueo buscas rentabilidades más agresivas, y oyes hablar de los fondos de pensiones. Y piensas que todavía hay salvación, pero no. Aunque quieran vender buenas rentabilidades con estudios desde 2003, nos encontramos con realidades muy diferentes en los últimos años, con fondos de pensiones con rentabilidades por debajo del 1% o incluso en pérdidas.
Así que empiezas a pensar en echarlo todo a la ruleta como en “El jugador” de Dostoievsky y entiendes el auge de las casas de apuestas y el incremento del consumo en España. Y te enfadas un poco más.
Y al final descubres algo interesante, el Bitcoin, algo que podría solucionar parte de los problemas que has visto. Al principio lo lees con rechazo, pensando que se trata de un esquema Ponzi y que se trata de vendehúmos que quieren que pierdas tu dinero. Pero te entra curiosidad, y sigues leyendo.
Una nueva forma de dinero digital, descentralizada. Sin nadie al frente que pueda cambiar la cantidad existente, es decir, sin inflación.
Nada de tener que ir a una entidad bancaria a abrir una cuenta, sólo internet y pocos minutos. Trazable desde los orígenes y con ningún hackeo desde su creación.
Alguno podrá atacar diciendo que fue una burbuja que explotó a principio de 2018, pero que se lo pregunten a nuestros compatriotas los argentinos, que han visto perder más poder adquisitivo que todas las pérdidas del bitcoin acumuladas desde inicio. Además, parece bastante probable que este nuevo modelo de dinero se expanda para el resto de monedas si tenemos en cuenta el astronómico incremento de la inversión en blockchain, la tecnología detrás de Bitcoin, de las grandes compañías. Microsoft, Samsung, Google, o incluso JPMorgan Chase que era reacia hacia Bitcoin hasta hace poco, han incrementado en sus cuentas la inversión en proyectos blockchain. O el futuro lanzamiento de ETFs sobre criptomonedas o las inclusiones en el mundo de los activos digitales de grandes de las inversiones tradicionales como Fidelity o Bakkt.
Hay muchas razones sociales por las que creo en Bitcoin,. Porque quiero que mi dinero crezca, o que por lo menos se mantenga igual y no me estafen con un sistema dónde el pobre cada vez es más pobre y su dinero mengua. Porque prefiero que el dinero y el Estado se separen, y la economía sea colaborativa. Al igual que Internet revolucionó la manera en la que consumismos y vivimos, este experimento llamado Bitcoin puede revolucionar la economía y devolver el poder que nos han ido quitando poco a poco con los años.