Tango, un labrador mestizo ha sido recogido hasta nueve veces por los servicios de lacería. Este miércoles ha vuelto de nuevo a las instalaciones del centro canino Do Pazo, en Abegondo (A Coruña) donde continúa a la espera de una familia. En esta ocasión a Tango lo ha traído un desconocido, que además no tiene ni una pizca de corazón y es “un poco corto”, dice una de las responsables de la perrera. También ha traído con él otro perro, de raza samoyedo, ambos identificados con chip. “Quien lo hizo, no vio Barrio Sésamo”, ironiza la veterinaria.