#2 Los ancianos que vivieron la esclavitud de los lamas y ven a sus nietos yendo a la universidad prefieren esta vida. En cuanto a la supuesta ocupación o colonización, el Tibet ha sido territorio de China la mayor parte de su historia.
#14 ¡Ah! Comprendo. Pues sí, estoy de acuerdo: pero ten en cuenta que apoyar a sus productos y empresas en mercados extranjeros no es liberalismo, sino proteccionismo. A menudo los ha apoyado incluso con intervenciones militares o derrocando gobiernos. Lo señalo porque la expresión «promocionar el acceso libre» suena a liberalismo, pero no.
#12 No sé si te entiendo ¿quieres decir que no promulga leyes que regulen los mercados de otros países? No sé ¿limitar el precio de las naranjas en Camboya? o al revés ¿Que los gobiernos de otros países no limiten el precio de las naranjas en USA? No, está claro que no te entiendo.
#8 ¿Liberal fuera de Estados Unidos? La intervención en Chile, a petición de Pepsi y de ITT, que puso a Pinochet en el poder, es dinero público USA puesto al servicio directo de compañías privadas. Lo mismo con las compañías bananeras décadas antes en países como Nicaragua, las guerras del petróleo a finales del s. XX hasta nuestros días, etc.
#2 He visto que le han preguntado frecuentemente sobre sus propiedades y ha hablado de ellas abiertamente. Que los rojos no puedan tener dinero es un prejuicio de la derecha.
#3 Así es, lo admito. Pero he acudido a ella porque es el razonamiento que siguen muy frecuentemente los creyentes. Puede ir de esta manera:
-Los ateos creéis que sabéis todo.
-No: hay muchas cosas que no sabemos.
-¡Ahá! Admites que «algo hay» y es que los ateos de verdad no existen.
Es decir, cualquier ignorancia admitida se interpreta como apoyo a que sus fantasías son ciertas. Por eso hay que ser claros y preferir el término «ateo» a «agnóstico», ya que es innecesario y redundante admitir que no se sabe todo (es lo que diferencia al ateo del creyente, en posesión de la verdad sobre los «temas fundamentales»). Es decir, he acudido humorísticamente a esta falacia para resumir este proceso con el que me he encontrado tantas veces.
Los del Mundo Today lo tienen difícil para exagerar la realidad. Lo del Falcón es casi lo mismo que denunciar que el presidente viva en la Moncloa y ha sido uno de los principales argumentos de la oposición.
#8 Por supuesto. En España es tan normal oír barbaridades fascistas, que lo que a uno le parece una ironía evidente corre el riesgo de ser tomado en serio