quienes sobrevivían no esperaban un futuro mucho mejor: “No tenían ninguna posibilidad de desarrollarse como personas, porque una vez pasaban por las cárceles de “reeducación”, sus antecedentes penales les impedían encontrar trabajo. Muchos acababan en la prostitución o en actividades ilegales, ya que no tenían otra forma de salir adelante…es como la pescadilla que se muerde la cola, no había posible integración lógica. Además, se les desterraba de su ciudad y provincia, convirtiéndose en apestados sociales, sin familia ni futuro”, detalla Sepúlveda.
.Estas personas ya estaban condenadas por la sociedad,o morían en la cárcel o serían unos muertos vivientes...
Me lo pillé en la comiccon firmadito por los autores (compra compulsiva no se donde había leido antes una reseña del mismo, pero me pareció interesante y tanto Juan Sepúlveda como Marina Cochet muy majetes, estuve un ratin hablando con ellos que no los conocía ni dios y estaban un poco aburridos en su stand ) y tras haberlo leido y tal la verdad es que la historia es curiosa y merece la pena.