#17 "Autodidacta de formación, nunca ha pisado la universidad ni tampoco ha terminado ningún estudio de formación profesional. De hecho, no llegó a terminar ni siquiera el Bachillerato."
Una cosa es titulitis y otra celebrar esto.
Pero eh, ha hecho un curso de la UNIR.
PD. Te doy la razón en lo de los máster/industria de género.
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.
Pero no es un derecho fundamental, es un principio rector de la política social y económica, una simple brújula que debería orientar las políticas estatales.
Quizás la voluntad política para seguir esta línea se diluye en el interés particular de no querer arriesgar sus inversiones inmobiliarias, a costa de joder a las futuras generaciones, las cuales sin inmigración están condenadas a ser una minoría frente a una pirámide poblacional liderada por rentistas jubilados.
#3 Pues si, el ser humano es provinciano por salud mental. Ya están los gobiernos para pensar a largo plazo (oh wait... que esto sólo pasa en China). Hay que asumir que sólo actuaremos a largo plazo cuando exista un gobierno mundial único.
Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.
Pero no es un derecho fundamental, es un principio rector de la política social y económica, una simple brújula que debería orientar las políticas estatales.
Quizás la voluntad política para seguir esta línea se diluye en el interés particular de no querer arriesgar sus inversiones inmobiliarias, a costa de joder a las futuras generaciones, las cuales sin inmigración están condenadas a ser una minoría frente a una pirámide poblacional liderada por rentistas jubilados.