¿Quién te ha dicho a ti las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber? Déjame que las beba tranquilo mientras no ponga en riesgo a nadie ni haga daño a nadie.
Me parece genial, pero es la típica noticia para hacernos sentir mejor, y ver cómo la mayoría de sitios en España nos quieren como esclavos en una oficina.