#39 ahh cobras por enseñar estas cosas? A cuánto está la clase de ignorancia, pones la definición que pone en la ley, que me da la razón, madre mía, la separación es la primera fase del reciclaje, y por tanto parte del reciclaje me pones en negrita una parte de la definición de reciclaje de la propia ley que encima me da la razón.
Porque como cojones va a haber reciclaje si todo el mundo echa la basura al contenedor de orgánicos, sorpréndeme con tus clases, porque es que me parece de una estupidez supina, o ignorancia desconocer que es el reciclaje y cual son sus fases, pero si, vuélvete a leer la ley a ver si sale algo se separar.
Que tú cobrarás por enseñar estas cosas, pero a mi me ha tocado estudiarlas, y con un profesor como tú, ni de coña me das clases.
Por cierto a qué te dedicas ? No conozco ningún puesto de trabajo que sea exclusivo de enseñar esta ley, de prevención de riesgos laborales si, jaja pero sorpréndeme que cursos das?
#23 cualquier aparato mecánico produce sustancias tóxicas, y aplica su ley, no puedes comparar la impresión en cartón (que no necesita mayor detalle) que la impresión de documentos, o sobre todo en latas y demás, el cartón le pueden meter una tinta sostenible porque no necesita calidad, y vamos no se le pide. Y muchas veces es solo un cartón con un logotipo que no tiene más, la etiqueta igual, el tema es cuando imprimes sobre metal que muchas veces necesitas una capa de imprimación y otras de cada color, sin olvidar que según el metal tiene procesos de ionización y productos muy agresivos, no todo es igual
#27 perdona pero eso ya es otra cuestión pero separar es reciclar, la primera fase, no vas a soltar una lata de aluminio y va a salir un bloqué de aluminio de golpe
#15 teóricamente no se pueden usar ni tintas ni pegamentos tóxicos, las grapas es lo de menos, si no es una aleación sería como devolver a la tierra lo que le se quitó
#7 lo ideal es usar las bolsas echas de patatas, las buenas, que son más gruesas, usarlas para llevar cosas que no mojen, y luego puedes cortarla en cuadros y la echas en una sartén con aceite, sal y algún condimento, y te salen como una especie de patatas lisas, en plan caseras.
#2 vamos es que el titular es tendencioso, evidentemente separar es reciclar, una parte, la más crucial, si empezamos con titulares rocambolescos y sensacionalista, mal vamos
#22 El 8 de junio de 2019, poco antes de las dos de la tarde, un incendio arrasó un piso en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). Los bomberos llegaron a tiempo para salvar el edificio de las llamas y encontraron, en una de las habitaciones, el cuerpo carbonizado de un hombre. Estaba tumbado boca abajo sobre la cama. Había trabajado de noche como vigilante de seguridad y dormía cuando todo ocurrió. Pero no fue el fuego lo que lo mató. Manuel Molina tenía signos de haber sido apuñalado en el tórax y en el cuello. Cuando su hijo, Ismael Molina —Isma—, llegó a casa con una mano vendada y sangrando, los Mossos le preguntaron qué había ocurrido. “Me fui a caminar y caí sobre unos vidrios”, mintió.
En comisaría, Isma —que ese día cumplía 21 años— se desmoronó. “Hoy no he visto otra solución. He cogido un cuchillo y se lo he clavado a mi padre por la espalda”, explicó. La policía tenía el cadáver, el autor y una confesión. Caso resuelto. Pero no iba a ser tan sencillo. El chico contó una historia alucinante. Su padre no era quien decía ser, sino el miembro de un peligroso grupo mafioso que amenazaba con matar al resto de la familia (su madre y su hermana pequeña) pero también a su novia, Julia, y a los gemelos que, según creía Isma a pies juntillas, había tenido con ella. La única salida era matar al padre y saldar una deuda de 20.000 euros.
Isma no lo sabía —nadie se lo había diagnosticado aún—, pero estaba sufriendo una crisis aguda de esquizofrenia paranoide. Vivía un delirio. Ni su novia Julia existía ni había tenido bebés con ella ni su padre Manuel era un mafioso. La tesis de la Fiscalía es que todo había sido un montaje orquestado por Alba Andreu, una chica de 19 años que en un año de amistad había adquirido un “poder supremo” sobre él que le valió, presuntamente, para convencerlo de que matara a su padre. El ministerio público pide 34 años y tres meses de cárcel para Alba por inducción al asesinato con alevosía, estafa e incendio, y la absolución para Isma, pese a… » ver todo el comentario