"La abuela que se abrió la cabeza al caerse de una estantería y sigue trabajando el turno de madrugada con 65 años, la licenciada con máster, pluriempleada para conseguir tres sueldos mínimos con los que pagar su préstamo universitario, también la cajera que era ingeniera ambiental en su país, el casi septuagenario que carga sacos de abono en furgonetas, o la veinteañera en bancarrota (...)"
Seré abogado del diablo, pero que yo sepa, nadie está obligado.
En Venezuela asaltar gandolas que se han quedado accidentadas se ha convertido en algo muy común. En septiembre 2013 ocurrió uno de los más espeluznantes; mientras el conductor agonizaba luego de impactar un barra controladora de altura, decenas de motorizados se llevaban la mercancía. Todo a plena luz del día: informe21.com/actualidad/mientras-el-conductor-agonizaba-saquearon-la-
Resulta indefendible esta situación. Están robando.
Desde el gobierno han hecho mucho énfasis en tildar a los estudiantes venezolanos que protestan como "fascistas neonazis". El término resulta de por sí absurdo en un país como Venezuela, de raza tan mestiza. Lo que pueden tener por seguro es que este sector que manifiesta no tiene en lo absoluto afinidad con el comunismo.
Lo que sí parece tener validez es que el fascismo como proyecto político se basa en un Estado todopoderoso que dice encarnar el espíritu del pueblo ejerciendo su autoridad por medio de represión y propaganda. Al gobierno de Nicolás Maduro le encaja de lujo la definición.
Lo increíble es que Redman fue una de las personas que ayudó a cargar el cuerpo del joven asesinado en horas de la tarde. Hay fotos rodando por redes sociales que lo confirman.