Sí, la verdad es que allí por donde vas hay niñat@s con sus puñeteros móviles molestando al personal... y esto va a más. La EDUCACIÓN brilla por su ausencia.
Jobar, me parece impresentable. Hace falta ser cobarde para reaccionar contra la opinión de una familia atacando a sus hijos pequeños... ¡CON LA IGLESIA HEMOS TOPADO!