Una auténtica vergüenza la gestión del ingreso mínimo vital. Además, las personas vulnerables no encuentran respuesta en la administración. Muchas fuerzas y ánimos.
Bueno, por las respuestas y reacciones se ve que hay mucho miserable y desalmado en las redes. Falta mucha consciencia de clase para sentir en nuestra piel, los abusos y represalias que los poderosos cometen contra los más vulnerables.
De eso va todo. Los poderosos gozan de privilegios para demostrar que son una clase privilegiada. Mientras nuestros mayores se pudren y mueren de asco. Ellos, disfrutan de servicios privados para morir en la opulencia como reyes.