Esta es la constatación de que las estadísticas se pueden adaptar para construir cualquier artículo y que la elaboración del informe PISA es muy sesgada.
Cualquiera que conozca y viva la realidad de Portugal desmiente este artículo. La educación primaria en Portugal, y la sociedad en general, está mucho más segregada que en España, y las diferencias sociales son mucho más claras.
El nivel educativo es netamente inferior (salvo en idiomas extranjeros) y el acceso a la educación superior es más elitista que en España. Con un salario mínimo en torno a los 580 €, las matrículas en Lisboa son más caras que en las universidades de Madrid (por comparar las capitales).
La única diferencia es la reducción de ayudas a colegios concertados que se aplicó hace dos años, con las consecuentes manifestaciones de padres que no querían que sus hijos se mezclasen con extranjeros.
Cualquiera que conozca y viva la realidad de Portugal desmiente este artículo. La educación primaria en Portugal, y la sociedad en general, está mucho más segregada que en España, y las diferencias sociales son mucho más claras.
El nivel educativo es netamente inferior (salvo en idiomas extranjeros) y el acceso a la educación superior es más elitista que en España. Con un salario mínimo en torno a los 580 €, las matrículas en Lisboa son más caras que en las universidades de Madrid (por comparar las capitales).
La única diferencia es la reducción de ayudas a colegios concertados que se aplicó hace dos años, con las consecuentes manifestaciones de padres que no querían que sus hijos se mezclasen con extranjeros.