Acabo de terminar “El increíble hombre menguante” de Richard Matheson, que lo tenía de hace mucho y con el meneo de “Soy leyenda” me acordé. ¡Y qué decepción! Me da igual que sea un clásico, está alargadísimo, las situaciones son repetitivas, los soliloquios aburridos y repetitivos también... no es que haya envejecido mal, es que creo que incluso en el 56 se quedaba corto. Por otro lado, me ha gustado mucho el final. Pero no lo recomendaría, vaya.