Vuestro fallo es pensar que todos merecemos lo mismo y que los votos valgan lo mismo. Una campana de Gauss dice que la mayoría es mediocridad.
Vuestro fallo es asumir que todo el mundo es demócrata.
Vuestro fallo es valorar el contenido por el continente. A mí me da igual donde lo ponga: si es erróneo lo va a ser independientemente de dónde se escriba o exprese.
Vuestro fallo es tomar una idea abstracta como el interés público e identificarlo con lo que alegra vuestro cándido corazón.
Vuestro fallo es contradeciros defendiendo la dichosa frase y repudiando la aplicación de la misma, esto es, el rescate de los bancos con dinero público.
Vuestro acierto es estar la masa borreguil siguiendo la mediocre corriente de moda: es donde debéis permanecer sintiéndoos arropados por el rebaño y quejándoos de lo injusto de la vida.