Es interesante ver cómo estudiantes de educación superior son capaces de convertirse en un grupo de hooligans acosando a un profesor que ha expuesto de forma totalmente razonada, y justificada, su oposición a la forma de proceder del centro de estudios.
Los estudiantes no desean dialogar, ni convencer, ni debatir. Sólo imponer con malas formas.
Más les valdría que leyeran un poquito más para no tener la piel tan fina y supieran defender su posición sin faltar.
#7 Tenía sentido en el contexto de la autarquía, pero ¿cuál es la excusa para seguir tomándolo ahora? ¿La costumbre? Parece una justificación bastante floja y una falta de respeto al buen comer.
Si existe un sólo tipo de café en las cafeterías posiblemente sea por falta de interés del cliente, pero puede que eso esté ya cambiando.
¡Ya me gustaría tener cafeterías en mi ciudad como las que se ven en otros países con cultura cafetera más variada!