Menudos humos... Buenos días. La relación entre ser humano y perro es un prototipo del Amor. Amor incondicional. Yo moriría y mataría por mi perrita, y sé que ella lo haría por mí. Mi perrita es más inteligente que muchos meneantes, y más guapa. Además, se presupone un amor platónico, ya que la barrera interespecies hace de primeras imposible su consumación en actos eróticos de índole carnal (quien fornica con animales rarísima vez lo hace "por amor"). Que "el perro es el mejor amigo del hombre" es una sentencia muy antigua. Puedes cambiar "hombre" por "persona", para actualizarla a esa neolengua aséptica tan pobre y tan de moda.
Tu graciosa proposición: "invertimos los pauperrímos medios y energías que nos quedan en una especie profundamente idiota y reaccionaria que lleva haciendo las mismas cosas desde el paleolítico, cuyos especímenes no generan riqueza, no hacen ciencia, no crean arte, no pueden transmitirnos ideas originales y sublimes ni hacen nada especial más que lamerse el culo, ladrar e ir cagándo por ahí llenando de suciedad las vías públicas, ensuciando zapatos, haciendo resbalar ancianitos y desquiciando a las personas que intentan descansar por las noches" es irónicamente aplicable tanto a humanos como a perros. La inmensama mayoría de humanos cumplen tus condiciones, a saber, son elementos de "una especie profundamente idiota y reaccionaria que lleva haciendo las mismas cosas desde el paleolítico, cuyos especímenes no generan riqueza, no hacen ciencia, no crean arte, no pueden transmitirnos ideas originales y sublimes ni hacen nada especial". Piensa en ello, e intenta mejorar ese humor, tú, que vives en el "primer mundo"; y no pagues con nuestros mejores amigos la decadencia de una civilización entera. Los perros no tienen la culpa de las estructuras socio-económicas actuales, que son fruto del devenir histórico (que puede ser interpretado como la resultante del sumatorio de un inconcebible número de vectores en n-dimensiones, n muy grande), y no del desvío de un porcentaje infinitesimal de recursos hacia otra especie. Además la única que, en el fondo, nos conoce y nos soporta, y nos quiere tal como somos.
Tu graciosa proposición: "invertimos los pauperrímos medios y energías que nos quedan en una especie profundamente idiota y reaccionaria que lleva haciendo las mismas cosas desde el paleolítico, cuyos especímenes no generan riqueza, no hacen ciencia, no crean arte, no pueden transmitirnos ideas originales y sublimes ni hacen nada especial más que lamerse el culo, ladrar e ir cagándo por ahí llenando de suciedad las vías públicas, ensuciando zapatos, haciendo resbalar ancianitos y desquiciando a las personas que intentan descansar por las noches" es irónicamente aplicable tanto a humanos como a perros. La inmensama mayoría de humanos cumplen tus condiciones, a saber, son elementos de "una especie profundamente idiota y reaccionaria que lleva haciendo las mismas cosas desde el paleolítico, cuyos especímenes no generan riqueza, no hacen ciencia, no crean arte, no pueden transmitirnos ideas originales y sublimes ni hacen nada especial". Piensa en ello, e intenta mejorar ese humor, tú, que vives en el "primer mundo"; y no pagues con nuestros mejores amigos la decadencia de una civilización entera. Los perros no tienen la culpa de las estructuras socio-económicas actuales, que son fruto del devenir histórico (que puede ser interpretado como la resultante del sumatorio de un inconcebible número de vectores en n-dimensiones, n muy grande), y no del desvío de un porcentaje infinitesimal de recursos hacia otra especie. Además la única que, en el fondo, nos conoce y nos soporta, y nos quiere tal como somos.