A riesgo de ser machacado, no podemos seguir guiándonos por la moral que dicta que si una persona se suicida va a pasar el resto de la eternidad en el Infierno, y que por lo tanto la eutanasia es algo que está mal y es pecado. Solo tenemos una vida, hay que disfrutarla al máximo y como queramos, afortunados de lo que podemos y debemos hacer. Una persona como este chico, que lo ha tenido todo y ha podido vivir su vida al máximo, al igual que el resto del mundo, debería poder elegir cuando acabar si su situación le condena al sufrimiento o simplemente, a postrarse en una cama inmóvil durante el resto de sus días.