Las tiendas online tenemos una legislación muchísimo más proteccionista para el consumidor que las tiendas físicas, sin que a su vez haya ningún tipo de protección ante el fraude y los comportamientos dolosos de lo clientes. Y en vez de legislar como Francia o Inglaterra, vamos hacia atrás, castigando a las empresas locales y facilitando que en el futuro todas las multinacionales de Comercio Electrónico sean extranjeras. Nuestro ilustrado gobierno, ya saben...