El tema es que hoy en día no se plantean el potencial de un posible trabajador y se limitan a "coger prestadas" sus ideas. Para alguien que no sea de Sevilla es difícil imaginar la difusión de la marca IKEA que puede conllevar el redecorar una caseta con elementos de dicha cadena. La verdad es que es raro que habiendo presentado dicha idea en su carta de presentación hace unos meses, milagrosamente ahora a IKEA se le haya ocurrido algo muy parecido.
A mí me parecen los dos infiltrados de Jordi Évole, los mismos que fueron al Valle de los Caídos vestidos de falangistas. Si es así lo veremos el domingo.