Gracias a que Easyjet canceló mi vuelo de Milán a Madrid pude celebrar la anterior Copa del Mundo que ganó Italia en la Piazza del Duomo. Una y no más con estos tipejos.
Aunque no sea políticamente correcto, los responsables últimos son los que aceptaron comprar un piso –o un coche, porque la cosa va de endeudamiento– muy por encima de sus posibilidades.