Pues, no voy a decir que en mi empresa haya más becarios que trabajadores, porque tenemos una plantilla de 30 en la calle. Ahora bien, en mi trabajo ha pasado algo muy curioso.
Personal de "oficina" somos 5. Mi compañero, yo, la jefa, el contable y el informático. Pues me voy de baja de paternidad y cuando paso una mañana por la oficina a saludar y enseñar al bebé, me la encuentro llena de gente.
Resulta que buscando un becario para cubrirme (mi mujer estaba a puntito de salir de cuentas y no se habían preocupado de buscar a nadie) resulta que han metido a:
- 2 becarios para hacer lo mío de un FP de Administración (estos del mismo instituto que los de abajo, supongo que mi jefa pensó que era un 3x2)
- 3 becarios de otro FP de Marketing que le echan una mano a la jefa (no tiene ni idea y ha pensado que ahora era el mejor momento para empezar con ello)
- 2 becarios de Ingeniería informática (usamos Delphi y por lo que me cuenta el informático es un código viejo, la ERP tiene como 15 años y un día va a explotar porque no paramos de parchear cosas y no somos capaces de dar el salto a una ERP en condiciones)
- 1 persona de IFAM (una asociación que trabaja con discapacitados) para que atienda llamadas y la gente que viene presencial
Es decir, de repente, de 5 personas que somos en oficina, pasamos a meter a 8 becarios LMAO
La gente en mesas plegables que compras en el bricomar y con sus portátiles porque no tenemos ni pcs ni pantallas para más gente
Pagamos una factura record por algo que se debería enseñar en casa o en la iglesia, a título personal y sin nada que ver con la educación "básica" que debería tener cada alumno.
A mí me ha pasado. Empezamos el vienes que si despúes del trabajo unas cañas, el sábado con los amigos nos vamos de tapas, el domingo alguna comida vinos y cervezas. Me siento muy desplazado con mi entorno por el hecho de que no bebo por convicción, eso de salir y mamarse cada finde es diametralmente opuesto a mi estilo de vida.
Para mis amigos soy el sano, el tío fitness o el maricón directamente cuando todos piden una caña y yo me pido una cola zero, o un mosto. Somos una sociedad alcohólica pero hasta unos niveles que no nos imaginamos. Todo gira entorno a consumir alcohol, cada evento, cada celebración.
#7 Pues no han cambiado nada los tiempos. Recuerdo tener medio disco duro cuando era joven lleno de música, y tener que borrar carpetas para poder instalar juegos nuevos, porque algunos ya me pedían casi 1GB entre pitos y flautas. Aún tengo algún disco duro externo con BSO de mis películas y juegos favoritos. Hubiera flipado con el repertorio de 30 millones de canciones que ofrecen las plataformas ahora.