Un grupo de vecinos intentó formar una asociación arqueológica, para rescatar piezas de un supuesto poblado celta, haciendo todo de forma legal. El ayuntamiento se negó a darles permiso o a colaborar de forma alguna en la recuperación de ese patrimonio. Ninguna administración quiso ayudarles o enviar arqueólogos a excavar.
Años más tarde, esos vecinos decidieron equiparse ellos mismos y salir a la caza de estas piezas, arriesgándose a tener problemas con la justicia.
Tiempo después de esos acontecimientos, mandaron maquinaria a las cercanías del pueblo para hacer una carretera, que atravesaba precisamente un importante campo de batalla de 1811. Una vez más, al Ayuntamiento, Diputación y Gobierno se la reflanflinflaba el tema, por lo que los operarios que construyeron la carretera ahora adornan sus salones con espadas y mosquetes de dos siglos de antigüedad.
Yo escribí por entonces al programa CQC en el que salía el Wyoming y que tenía una sección donde supuestamente los teleespectadores podían denunciar hechos escandalosos, pero no obtuve respuesta.
En España lo único que puede pasar con el patrimonio histórico-artístico es que lo saqueen los del Odyssey.
Un grupo de vecinos intentó formar una asociación arqueológica, para rescatar piezas de un supuesto poblado celta, haciendo todo de forma legal. El ayuntamiento se negó a darles permiso o a colaborar de forma alguna en la recuperación de ese patrimonio. Ninguna administración quiso ayudarles o enviar arqueólogos a excavar.
Años más tarde, esos vecinos decidieron equiparse ellos mismos y salir a la caza de estas piezas, arriesgándose a tener problemas con la justicia.
Tiempo después de esos acontecimientos, mandaron maquinaria a las cercanías del pueblo para hacer una carretera, que atravesaba precisamente un importante campo de batalla de 1811. Una vez más, al Ayuntamiento, Diputación y Gobierno se la reflanflinflaba el tema, por lo que los operarios que construyeron la carretera ahora adornan sus salones con espadas y mosquetes de dos siglos de antigüedad.
Yo escribí por entonces al programa CQC en el que salía el Wyoming y que tenía una sección donde supuestamente los teleespectadores podían denunciar hechos escandalosos, pero no obtuve respuesta.
En España lo único que puede pasar con el patrimonio histórico-artístico es que lo saqueen los del Odyssey.