En el 76 pensábamos que el problema eran los sables, ahora vemos cómo la mitad de la población sigue siendo golpista, siempre los mismos, cuando en las urnas no ganan los suyos y eso que sus dirigentes no tienen la más mínima cultura.
Es el fin de Occidente, cualquier gobierno puede decidir eliminar a una minoría impunemente.
Ahora ve a decir en África o Asia que nuestro sistema político es el que garantiza l democracia.