La iglesia católica está actualmente en un proceso en el que parecen querer decir "de perdidos, al río". Todas las críticas que reciben saben volverlas a su favor, fingiendo con gran habilidad ser mártires y víctimas de la incomprensión social. Y como, según sus propios cálculos, no les debe ir nada mal con este sistema, están probando el mayor número de gestos involutivos y fanáticos que pueden, para comprobar hasta dónde puede dar de sí la tolerancia ajena con ellos.
Particularmente me importa muy poco su estrategia en los asuntos internos de su doctrina, salvo cuando se trata de socavar la legitimidad del gobierno civil democráticamente elegido de mi país, intentanto manipularlo y deteriorarlo con sus históricamente tradicionales y bajas malas artes.
Particularmente me importa muy poco su estrategia en los asuntos internos de su doctrina, salvo cuando se trata de socavar la legitimidad del gobierno civil democráticamente elegido de mi país, intentanto manipularlo y deteriorarlo con sus históricamente tradicionales y bajas malas artes.