Es lo que tiene que tu legislación contemple el delito contra los sentimientos religiosos, que luego van y lo usan.
Y podemos añadir el delito de odio, tan invocado por feministas y wokes de todo pelo.
#108 por si no te has fijado, todo empieza cuando a ella se le escapa la mano del delincuente, que tenía sujeta con dos manos. Luego no vuelve a intervenir porque está sacando, con poca habilidad, unas esposas que no entiendo cómo pensaba utilizar.
Mientras tanto, el policía varón se intenta defender de un hombre más fuerte que él, sin recibir la más mínima ayuda de su compañera.
Seguro que el policía que se estaba enfrentando al tipo estará encantado de que le vuelvan a poner a una compañera, y pedirá que les rebajen aún más las pruebas físicas para que suceda más a menudo.
Atacar a las prácticas de la tauromaquia de hace 100 años me parece de la más rabiosa actualidad.
El siguiente artículo se lo puede dedicar al descubrimiento de la penicilina, que es una novedad que promete mucho.
#103 te veo muy desinformado, algo de lo que se encargan los medios.
Los asesinatos de hombres a manos de sus parejas femeninas son entre un 25 y un 33% de los asesinatos de ellas a manos de sus parejas.
#65 Lo de Mercedes Milá no pasa de ser una sobrada que se mete, sin más, igual que el caso de Rubiales.
Lo que me resulta más indignante del hembrismo dominante no es que se pidan penas desmedidas por cualquier "afrenta" (entiéndase por "afrenta" lo que me salga del coño en cada momento), sino su doble rasero.
Como dices, hombre malo, patriacal malo, mujer buena, feminismo bueno, seres de luz. En fin, es lo que nos toca <s>vivir</s> combatir.
Un artículo hueco que no responde a la pregunta que formula en el título, en el que se mezclan todo tipo de apreciaciones personales sin base ni argumentación de peso que las sustente.
Espero ver al Rayden este hablando de Lolita y los asaltos que hace a todo bicho viviente y con próstata que se pasa por su programa. Vamos, solo para que la fachada de defender la igualdad no se resquebraje más de lo necesario
Y podemos añadir el delito de odio, tan invocado por feministas y wokes de todo pelo.