#13#1 Según Wikipedia la versión de youtube es la censurada, quitando incluso los planos en negro eliminados por el juicio (último párrafo de wikipedia) es.wikipedia.org/wiki/Rocío_(documental)
#3#21 Un conocido me confirma que, al menos hasta el año pasado, Troy estaba en "El santísimo", en Medina Sidonia. En algún momento de su vida le dió un brote psicótico.
#29 Menos la de la mujer cayendo por el balcón, esa no le encuentro sentido dentro de esta serie. Fue un accidente trágico, pero sinceramente, no creo que sea una foto para no olvidar, puesto que el no creo que el dinero, la avaricia o la mala conciencia de algunas personas tuvieran que ver (como el resto de las fotos). Si me equivoco decidmelo.
El fin del cifrado es que tú y sólo tú puedas ver tus datos, sin que nadie pueda verlos sin tu permiso. Como con todo, tenemos el problema aquí es el uso que se da a esta tecnología. Desde luego lo ideal sería que nadie usara esta tecnología para cometer ningún delito, pero no por ello se va a prohibir. El ejemplo del cuchillo que poneis todos aquí es correcto, no se va a prohibir porque se utilice para cometer crímenes, ¿verdad?.
Si no existieran algoritmos de cifrado lo suficientemente potente como el AES de 256 bits, no podríamos estar seguros haciendo ninguna operación por Internet, y el uso de los ordenadores decaería enormemente.
Como si fuera complicado crear un elemento. Mira a Tony Stark, echamos un par de muros abajo, cogemos un par de tubos y el escudo del capitán américa, y ZAS. Ha creado usté un nuevo elemento. En un momento, oiga.
#6 Un anciano de 90 años llega al médico para su chequeo de rutina. El doctor le pregunta:
“¿Cómo se siente?”
“Nunca estuve mejor” le responde “Mi novia tiene 18 años. Ahora está embarazada y vamos a tener un hijo” El doctor se queda pensando por un momento y dice:
“Permíteme contarte una historia: Un cazador que nunca se perdía la temporada de caza, salió un día tan apurado de su hogar, que se confundió, tomó el paraguas en vez del rifle. Cuando llegó al bosque, se le apareció un gran oso. El cazador levantó el paraguas, le apuntó al oso y disparó. ¿A que no sabe que pasó?”
“No sé” responde el anciano.
“Pues, el oso cayó muerto frente a él”
“¡Imposible!” exclama el anciano “Alguien más debe haber disparado”
“Ahí, amigo mio, es donde yo quería llegar”