¡Qué vergüenza! A esta pobre gente que se preocupa de sus hijos les "invitan" a abandonarlos y luego tenemos a las chicas rumanas pidiendo por la calle con los niños drogados para que se pasen el día durmiendo y no molesten y nadie les dice nada... Un cero para el Ayuntamiento de Talavera y, sobre todo, para su excelentísimo alcalde.